You Are; Im JaeBum

458 62 16
                                    

Si retrocedo unos cuantos meses atrás puedo ver con claridad como ha cambiado todo, más bien como has cambiado mi vida; puedo recordar a la perfección como mis días se llenaron de colores con tu llegada, es como si junto a ti todo fuese claro, tan diáfano, tal y como el cielo completamente despejado.

Pocos saben de lo nuestro, pero eso no impide que mis sentimientos no crezcan, al contrario siento que cada día mi amor por ti se incrementa más y más, llegando muy alto, más allá del cielo.

Haces que todo sea perfecto a tu lado. Tus ojos cálidos como el sol capaces de derretir hasta el alma más fría, tu sonrisa tan brillante, de esas que alumbran hasta el lugar más recóndito y oscuro del corazón. Eres perfecto, único, maravilloso y completamente radiante. Aún no entiendo como alguien tan lleno de luz puede querer a alguien como yo.

Eres aquella luz que alumbro mi ser, me has llenado de ganas de vivir y devolviste la esperanza a mi corazón; gracias a ti ya comienzo a ver el cielo azul.

Antes de ti no existía nada, todo era tan oscuro y vacío, pero al aparecer en mi vida fue como mirar un nuevo amanecer; un nuevo día comenzaba para mí.

Después de nuestra reunión la noche anterior he tomado una decisión, tan solo espero que estés de acuerdo.

Me dirijo una vez más a ti, buscando tu presencia en medio de aquel mar de personas, pero es fácil pues mis ojos te encontrarían en cualquier lugar. Sonríes y corres a mis brazos, realmente extrañaba sentir tu calor.

-¿A qué debo tu presencia, señor Im?
-¿Debe ocurrir algo para que quiera ver a mi novio?
-No, pero tu mirada me indica que algo no va bien, ¿qué pasa amor?

Al mirar tus bonitos ojos es como si mi mente quedará en blanco, tú sabes lo que ocurre, lo sabes bien, pero sé que perderías muchísimas cosas y no quiero que te sacrifiques por mis errores. Tengo mucho miedo, al igual que tú, puedo notarlo.

-Tranquilo JaeBum, lo resolveremos.- te alejas suspirando y luego volteas y tus ojos se encuentran con los míos una vez más.

Luces tan sereno con esa sonrisa que permanece intacta en tu rostro, me observas como si intentaras mirar a través de mi, y sé que en el fondo lo haces.

-Hablaré con mi padre, tranquilo todo saldrá bien amor.
-YoungJae... tú sabes lo que él piensa de mi... no dejarán que su hijo amado salga con alguien como yo...

Y nuevamente tu mirada esta posada en mi, entregándome seguridad y paz, siempre lo consigues. Aunque viene a mi mente esos duros recuerdos donde tu padre nos vio charlando y sus ojos se posaron en mi con desprecio, pronunciando aquellas palabras que hasta este día se clavan como dagas en mi corazón «YoungJae, aléjate de ese drogadicto», no puedo olvidar su mirada, simplemente esas palabras se repiten una y otra vez, se que solo te protege, además fue él quien me arresto, no lo culpo, fui yo mismo el que causó todo esto, yo me equivoqué.

Desapareces de mi rango de visión, tomó aire y comienzo a correr lo más rápido que mis piernas me permiten, no dejaré que hagas esto solo, no cuando yo soy él que debo demostrar que he cambiado, que tú me has cambiado.

Alcanzo a mi amado y tomó su mano, si debemos enfrentar algo será juntos.

-Hijo que bueno que llegas, ya estaba preocupado.- dice el padre de mi chico, cuando observa nuestras manos entrelazadas frunce el ceño y su rostro se vuelve sombrío. -¿Qué ocurre aquí? ¿¡qué significa esto YoungJae!?
-Papá, creo que es hora de que sepas la verdad. JaeBum es mi novio y lo amo mucho, se que no esperabas que me gustarán los chicos pero...
-¡El problema no es que te gusten los chicos, el problema radica en que es él!- toma entre las manos su cabeza y niega repetidamente, mira a YoungJae y luego a mi. -No puedo creerlo.
-Señor Choi, se que tiene motivos para desconfiar de mi, también reconozco que no soy suficiente para su hijo y comprendo a la perfección que me odie, pero ya no soy el mismo chiquillo irresponsable y perdido de antes.- tomó una bocanada de aire y continuo, debo ser sincero. -Cuando él llegó a mi vida todo fue claro, fue como si las nubes se hubieran dispersado, mi cielo era tan celeste y solo el sol alumbraba, fue un nuevo comienzo para mi, su hijo fue mi amanecer, su hijo me salvó. No lo dañaría jamás, lo amo demasiado, y creo que un te amo no se compara con lo que él me hace sentir, por favor créame...

Traviesas lágrimas cubren mi rostro recordando aquellos difíciles momentos y mirando con optimismo el futuro, ambos me miraban sin decir una palabra, sus ojos están llorosos y de pronto cuatro brazos me sostienen fuertemente. Papá Choi solo susurra un tenue «bienvenido a la familia, te daré esta oportunidad, no me hagas que me arrepienta niño».

Cuando las cosas vuelven a la calma solo me aferro a tus brazos y me dejo llenar de caricias, dulces palabras y uno que otro «te amo» sincero.

Un nuevo comienzo, un mundo diferente y repleto de maravillas, dame la mano y exploremos juntos hasta descubrir nuestro destino bebé.

7 for 7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora