Firework; Park JinYoung

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A lo largo de mi vida he recorrido un sinfín de diferentes caminos, algunos dolorosos, otros más alegres pero de todos he salido airoso, conservando múltiples recuerdos y memorias pasadas, en la actualidad son aprendizajes y experiencias de las cuales me siento orgulloso.

Mientras empaco todo lo necesario para nuestra salida pienso en todas aquellas cosas, me encuentro nostálgico, pero debe ser por los recientes acontecimientos, han sido días duros.

Pregunto nuevamente el destino de nuestro viaje, pero insistes en que es una sorpresa, y no que queda más que confiar en tus palabras, esperando que sea un magnífico paraje, después de todo es nuestro aniversario número seis.

Por la ventana del auto puedo admirar como el gran manto celeste se tiñe de suaves tonos rosas, es como si el cielo desprendiera sus colores en un gran lienzo, como cuando se le aplica agua a la acuarela, todo en degradé.

La noche ya está instalada cuando llegamos a destino, una apartada cabaña en medio de la nada, pero he de admitir que la vista es particularmente hermosa. Te ayudo a entrar nuestras maletas y desapareces luego de unos cuantos minutos, me causa un poco de nerviosismo tu repentina desaparición pues estamos en un área desconocida. Con mucha cautela cierro la puerta y tomo la linterna para ir en tu búsqueda.

Encuentro un sendero a lo lejos y me dirijo a ese lugar, los chasquidos de las ramas me asustan un poco pero mi valentía sale a flote cuando se trata de ti. Escucho una bonita balada y es como si mis pies supieran el camino.

En la orilla del lago se encuentran dos sillas y una mesita llena de comida, ¡vaya sorpresa!

-¡Eres el mejor novio del mundo Tuan!- le abrazo con fuerza.
-Lo sé, pero si quieres seguir teniendo al mejor novio deberías dejar de apretar tanto.
-Lo siento, me emocioné muchísimo. ¿Tú preparaste todo esto?
-Pues si, y esa no es la mejor parte, mira el cielo bebé.

De pronto en el cielo resplandecen miles de pequeños destellos coloridos, lucen tan lejanos; explotan y tan solo queda una huella, una estela de humo que se pierde en el gran manto oscuro, la observo por un largo tiempo y algo dentro de mi corazón se conmueve al darme cuanta de lo efímera que es la vida, un día todo va estupendo y al siguiente se derrumba, es así y siempre lo será.

-¿Por qué lloras cielo?- preguntas con un semblante de preocupación.
-Eh, yo... lo lamento, solo pensaba en ciertas cosas, no me hagas caso Mark.- buscas mi mano y la acaricias suavemente.
-Sabes... las personas somos un fuego artificial, en algún momento somos llamados a formar parte del cosmos. Cuando un fuego artificial explora es una nueva luz en el cielo y su legado es la estela que deja cuando parte.- sonrió con nostalgia ante la analogía que acabas de pronunciar, pero tal vez tengas razón, mamá ahora es una luz en el manto azul y su legado vivirá en mi corazón por siempre.

Nos quedamos en silencio observando como el cielo se colorea con las múltiples y sonoras explosiones.

-Cuando era pequeño me asustaba con facilidad, aunque no lo creas era un niño muy miedoso. Recuerdo que un cuatro de julio fuimos a un lugar y los fuegos artificiales se veían tan grandes que estaba asustado de que alguno cayera en mi cabeza o algo así, pero papá me dijo que sólo eran estrellas explotando y que debía pedir un deseo.- sonríes y una traviesa carcajada escapa de tus labios. -¿Sabes que desee?- niego con mi cabeza y espero que acabes con tu relato. -Encontrar a alguien que se uniera a mi aventura, y bueno... tú eres parte de mi aventura en este mundo, quizás los deseos si se hacen realidad. Pide un deseo cariño.

El cielo se ilumina nuevamente ante la explosión de colores y observo a lo lejos un pequeño fuego artificial que acaba de ser lanzando, lo miro hasta que se torna poco visible, cierro mis ojos y pido un deseo, algo simple pero es lo que más quiero en esta vida.

Al abrir mis ojos siento que tus labios impactan con los míos, creando fuegos artificiales dentro de mi.

Toda mi vida he luchado por encontrar mi destino, por saber a que fui enviado a este mundo, pero al mirar tu rostro pienso que tal vez era para estar juntos. Eres parte de mi sueño, y día a día me doy cuenta de aquello. Puedo compartir mi amor contigo y además ayudar a esos traviesos niños de la escuela que están bajo mi amparo. Me gusta el hecho de que puedo compartir parte de mi ser y hacer felices a los que me rodean. Vivo mi sueño a diario y lo mejor es que tú formas parte de el.

-¿Qué deseaste JinYoung?, sé que dirás que no puedes decirme porque no se hará realidad pero...- interrumpí el discurso pues estaba de acuerdo con revelar mi deseo.
-Desee que estuviéramos juntos para todo lo que nos reste de vida, ¿qué opinas amor?- solo tiendes a asentir. -Entonces, ¿me darías el honor de convertirte en mi esposo?

No fueron necesarias las palabras, pues un montón de fuegos artificiales y un beso lleno de emociones fueron el «sí».

7 for 7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora