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En mi vida he conocido mucha gente, gente que simplemente va y viene, creí querer a muchas, creí que yo era una excelente persona en un mundo de mierda. Alguna vez llegué a creer que había encontrado el amor de mi vida, pero no lo fue y terminé sufriendo por que creí y me convencí que después de esa persona la vida no seguía, que era con ella o mejor muerto, pero con el tiempo aprendí que esas solo son bobaditas de adolescente que apenas están experimentando un cambio hormonal.

Aprendí que de amor nadie se muere, pero si que el amor puede ser vida. Aprendí que el amor es libre, aprendí que el amor es propio, aprendí que el amor no solamente es de dos.

Si me preguntas por qué aún te sigo amando, te diría que el amor que yo siento hacia vos, es mío, es propio; es mi dolor, mi felicidad; yo me enamoré de vos, no me enamoré de lo que vos sentís y haces por mi.
El amor que te profeso es verdadero y lo sé, porque no va de la mano con el tuyo, porque no le importa si es correspondido o no, yo no me enamoré de ilusiones, de palabras, o de relaciones.

Yo te amo a vos, amo tu inteligencia, tu capacidad para aprender, tus competencias artísticas, tu capacidad de llevar un argumento a juicio para hacerlo ver más lógico o simplemente para entenderlo.

Amo tu sensibilidad, amo que la música te toque como si vos fueses la musa inspiradora, como si toda vos fueras música, como si fueras una cuerda de nylon que se estremece al mínimo tacto del artista.

Amo tu capacidad de asombro, esa capacidad que muchos han perdido con el paso de la rutina, amo que seas el pincel, el paisaje y el lienzo y amo más cuando sos la pintora.

Amo tus manos esculpiendo fantasías, amo tu forma de ver el mundo, de ver los detalles de la vida, de no dejar pasar una gota de rocío sin que tu piel la sienta primero.

Amo la forma que escuchas los silencios, y la forma en la que no te podés quedar callada; amo cuando gritas de putería o de placer.

Amo tus ojos perdidos en la nada, tu cuerpo desnudo y tus gestos de placer cuando rozo mis manos por él, tus besos, tus abrazos, tus caricias y tus golpes.

Amo tu elocuencia, tu amor hacia quienes más lo necesitan, tu capacidad para hablar tanta mierda y luego contrarrestarlo con conocimientos que te ha dado la vida.

Amo cuando me enseñas, cuando te entregas a una película o un libro y vives cada segundo como si fuera propio, cuando aprecias la vida del universo y el universo que hay en nuestras vidas.

Amo cuando respiras un bosque y lo escuchas, cuando aprecias la briza o el paisaje que observas.

Cuando digo que eres excelente, no solo estoy resaltando todas tus cualidades, también quiero decir que amo cuando te enojas, amo tus ansias, tu estrés y tú a veces falta de compromiso con la vida. Tu impuntualidad, tu bipolaridad, tu depresión, tus ganas de matar el mundo.

Te amé desde que te conocí, amo poder verme reflejado en vos, amo poder verme libre en vos, amo poder ver quien soy en realidad en vos.

Por eso no importa si me rompes el corazón, no importa si te vas o si te quedás, no importa si la vida sigue contigo o no, independientemente de eso, yo siempre te amaré, siempre estaré ahí para vos, y siempre te esperaré.

Tú amor es real, y siempre lo puedo leer en tus ojos, se que es real, se que no es perfecto, se que es perfecto, se que es verdadero y duradero, eterno, como vos.

Se que te han hecho daño y sé que has aprendido, se que tú amor sigue ahí, se que tenés miedo, se que querés perderlo también.

A veces creo que te conozco y que se mucho de ti, pero a veces pienso lo contrario.

Vos no mereces que alguien trate de conquistarte, vos no mereces que te enamoren, por que vos solita sabes amar, vos mereces a alguien que se enamore de vos, alguien que quiera compartir su rota vida contigo y alguien que merezca que tú compartas tu rota vida con él.

Independientemente de si duela o no, mereces la oportunidad de ser feliz o de al menos intentarlo, porque el "pero" y el "y qué tal si" no resuelven nada, porque pensar daña tu felicidad, porque si no te arriesgas no vives y si no vives te acostumbras, y acostumbrarse es otra forma de morir y recuerda que el destino no es más que el camino que queremos recorrer.

Domingos Rotos, Domingos Sin Fe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora