1.Una visita inesperada.

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JACK.

Era una noche larga fría y oscura que tan solo lo que me alumbra son los altos posters de luz. Siento que tengo un mal presentimiento...

— ¡Gracias por su compra! — sonriendo, grito amablemente la cajera. Al salir, vi por los dos lados y luego miro hacia arriba observando las estrellas de aquel cielo oscuro.

Suspiro algo castrado, y me dispuse a caminar en la banqueta de la calle casi destruida y mientras lo hacia guardaba mi cartera en mis bolsillos. La calle está en completo silencio algo de estremecer, para mi que desteta estar solo y no escuchar una vibración, en segundo sonó mi celular sin ver quién era, contesto.

— ¿Qué? — contesto de forma cortante

— ¡Ja! ¡Vaya, que manera de contestar! — expreso con indignación — ¿así es tu forma de ser amable, al contestar? — de la confusión, alcé mi ceja con un tic con la leve molestia.

Me detuve, alejo el celular de mi oreja izquierda checando el número del aquel joven que comenzaba tal número que yo reconocía, entonces con la duda me fije de quién podría ser, acerco de nuevo el celular.

— ... ¿Hola? — escucho <<Me suena esa voz>> pensé y sin más preámbulo cuestiono al extraño.

— ¿Quién habla?

Se escucha un suspiro.

— ¿Apoco tan ocupado estas, que ni si quiera te acuerdas de tus amigos? — se escuchó otra voz, pero con la diferencia que este, esta disminuida debido al fondo en el que está.

Empecé a rascarme la cabeza de los más mínimo idea de quien estoy contestando << ¿Amigos?, ¿Qué amigos?, ¿Jonathan? No, no creo, el esta en Londres de Luna de miel, entonces ¿Emiliano? Tampoco, él está de vacaciones con su familia >>

— Otra vez se quedó en silencio... ¿hola? ¿sigue ahí? — Es evidente que el joven se escuchó dudoso a la vez un poco molesto.

<< y si... ¿solo cuelgo? >>

— Disculpa, pero mis amigos están de viajes por situaciones... diferentes — dijo.

y comenzó un fuerte viento, aunque tenía la chamarra que no estaba del todo abrigado, aparte de que no duraría mucho estando parado esperando a tener por lo menos una mínima respuesta de quién es esa persona, << decidido, a continuar con la caminata >>

— ¿En serio? ¿Ni siquiera de mí? —

— No, lo siento, pero si no dices quién eres, colgare — << Ya me empieza a molestar esta llamada >>

Pude haber cortado hace unos momentos atrás, pero me resta importancia y a la vez me da curiosidad quién es, << estar en la calle en un frio insoportable y la poca paciencia que tengo >>

— ¡No, espera! — << sonó preocupado >> y con un leve suspira continuo — Soy Javier — las dudas se incrementaron, hacia el intento de recordar aun tal Javier y los resultados fueron nuelos.

— ¿Javier? — contesto dudoso — << Me suena ese nombre, pero... >>

Entro en un callejón algo estrecho y con pasos apresurados no tardo en salir para al fin de poder visualizar mi casa.

— Si, Javier, tu amigo de la preparatoria y el Único que vive enfrente de ti, osea... — pauso por un instante —tu vecino y tu mejor amigo —dijo el chavo un poco molesto y a la vez engreído.

Llegué a la puerta de mi departamento, metí mi mano derecha a mi bolsillo para tomar las llaves colocando la indicando en la cerradura empiezo a girar la llave y esta hace un ruido del cual me indica que está abierta, agarro la manilla y empujo con pereza la puerta que hace un chirrido. Entro y cierro la puerta con mi pie, me deslizo contra la pared. Saco mi cerveza y agarro la llave colocándola en la corcholata para poder abrirla y así tomar a gusto.

Por favor no me dejes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora