imaginas de BTS

jung Ho Seok

Hobi
Advertencia: ninguna
Tema:

Aquel día era muy triste, la nieve cubría las calles, los copos caían con delicadeza hasta romperse contra el suelo, y todas la familias se encontraban en un hogar con una chimenea que los calentara, un ser querido al quien abrazar, todos excepto yo. Yo que estaba en el mismo restaurante de siempre esperando su llegada, aquel suéter no abrigaba casi nada y el nunca venía pero aún así  lo esperaba hasta que aquel establecimiento cerrará.

—ya a tomado demasíado café, le hará daño — me advirtió el mesero, algo frustrada sobe mi cuello y asenti dando la razón. Tenía que cuidar de mi salud por lo menos.

—la cuenta, por favor — mormure mientras sacaba la billetera los won a pagar. Me pare y al tomar la cuenta deje el dinero sobre la mesa y salí sin más.

¿Como demonios podía hacerme esto? Según yo no había sido tan mala con el, nunca me había negado a una petición suya, además nisiquiera me respetaba cuando estabamos juntos. En la puerta de la cafetería un tipo con una jersey negra y pantalones de mezclilla azul marino esperaba con un gran ramo de rosas color escarlata. Me dio tanta rabia que después de 6 meses se presentará, lo mire mal mientras el hacia una mueca de confucion

—¿tn____? — me pregunto confundido. Me acerqué a él a paso firme quedando a escasos centímetros de distancia, levante la mirada deseando que estas pudieran matar y verlo tres metros bajo tierra ese mismo día.

—llegaste tarde, me largo de aquí — mormure mientra daba media vuelta. El me tomo de la muñeca y con la cabeza gacha extendió las flores. Las tome delicadamente y me disculpe con ellas quien no tenían la culpa de nada. Camine al bote más cercano de basura y las arroje sin arrepentimiento alguno

—¡¿pero que dem...? — lo interrumpi

—Muy tarde hael, no me vuelvas a hablar — hable y camine hacia mi departamento. Al llegar tome todas sus cosas y las saque a la calle. Al fin y al cabo yo era la que aportaba todo y pagaba renta. Cerré la puerta con seguro y algunos más para que no pudiera nisiquiera entrar con llaves que pronto le quitaría. Destrozada tome mi celular y llame a mi único a apoyo en ese momento

—¿diga? —

—te necesito — mormure, en la llamada se escuchó como se cerraba una puerta con fuerza y como si el estuviera corriendo

—¿que pasó? — preguntó agitado
—al fin pude alejarlo de mi — solloze. Aunque lo odiara me dolía su indiferencia — no se que hacer hoseok, lo dejé — hable tratando de ahogar mis lloriqueos con la manga de mi suéter.

—no llores preciosa,voy para allá — de algún modo eso se hizo sentir más tranquila, respire y me dejé caer en mi cama.

Nisiquiera supe cuando llegó, ni cómo es que entró pero sus brazos me dieron una calidez inexplicable, como si aquel hermoso ser fuera un pilar más que evitaba derrumbarme, como si el fuera lo único que necesitará, como si con el no me pasará nada.

—¿todo bien? — pregunto algo temeroso, asenti sin dejar de ocultarme en su cuello.

—gracias a ti estoy bien — mormure

—eso me alegra. Bueno ¿quien no lo haría? Soy el mejor baby — reí levemente mientras golpeaba su hombro

—lo siento hobi, por hacerte venir hasta acá —

— tu perdóname — frunci el ceño

—¿por qué? —

—rompí tu puerta — rió nervioso
—¡¿que hiciste qué?! — el se encogió de hombros — ¡hobi! ¡¿Sabes cuánto me costará arreglarla?! Eres un... — pare de hablar al sentir el tacto de sus labios en los míos. Abrí los ojos más de lo normal, el se separó y un poco apenado comenzó a levantarse. Sin poder evitarlo tome el cuello de su camisa y lo volví acercar haci mi uniendo nuestros labios otra vez.

La puerta podía esperar