Nuestro Destino Esta en el Universo (Golddy)(GoldFred)

Algo Imperdonable

La Vía Láctea junto todo el poder que pudo para hacer reencarnar a todos en la Tierra donde sabía que no iban a correr peligro en caso de que los vuelvan a atacar, aunque ella sabía que al hacer eso ella moriría, pero era lo mejor, sería una buena forma de enmendar su error al dejar viva a su hermana ¿Ustedes se preguntarán que error? o ¿Qué tiene que ver su hermana? .Bueno hace años la reina Vía Láctea o mejor conocida como Vitea, vivía con su hermana menor, ambas eran muy felices hasta que un día Cami se dió cuenta que su mamá tenía una especie de piedra negra, ella quería tenerla pero sabía que esa piedra no podía ser tocada por nadie, no le importo y la robó, eso fue el inicio de todo el caos ya que sin esa piedra no podía haber estabilidad en la Galaxia, Cami le contó todo a Owynn.

-Está bien lo que hiciste, por que talvez esa piedra pasaría a tu hermana y no a ti, tu misma me dijiste que tú mamá no te quería- dijo Owynn.
-Si, ella quiere más a mi hermana-afirmó Cami.

Y así fue como ambos corazones disfrutaban del caos que había en el reino, disfrutaban del dolor de las demás personas. Un día su madre descubrió todo y la castigo y la obligó a devolver la piedra, pero ella se rehusó, su hermana intento hacerla entrar en razón, pero Cami solo se llenó más de odio hasta el punto de atacar a su propia madre.

-Cami...¿Por qué lo hiciste?- dijó Vitea mirando a su madre apunto de morir.
-Eso no te incumbe, niña perfecta- dijó Cami para luego salir de allí- Yo seré la Reina-.
-Vitea- su madre hablaba entrecortadamente-.

Springtrap y Foxy permanecieron dormidos, pero mediante su sueño hablaban con su madre.

-Hijos-dijo una especie de holograma de su madre- Quiero que cuiden a sus hermanos en la Tierra, ellos van a reencarnar y olvidarán todo,no recordarán nada incluyéndome a mi-.
-Pero mamá, si vamos a reencarnar eso significa que tú...- dijo Springtrap.
-Lo hice por su bien, ya que después de todo fue en parte mi culpa, si no la hubiera dejado con vida esto no habría ocurrido- se lamentó Vitea.
-¡No tienes la culpa de nada!- dijo el peli-rojo
-Bueno, por el bien de sus hermanos sólo ustedes recordarán el reino y a mi, pero eso sucederá cuando cumplan doce años y, en ese momento, yo les enviaré el collar respectivo de sus planetas.

En la tierra hubo un eclipse y, en ese instante, nació el príncipe del planeta Marte, poco después nació el príncipe de la Tierra.

Durante todo el año ocurrieron muchos eclipses y en cada uno nacía un planeta y las dos estrellas, hasta que le tocó el turno al Sol, luego a la Luna.