Confesiones sentimentales

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Vuelvo a casa sobre las seis, mi jornada laboral ha terminado en el momento en el que he corregido todos los informes del departamento además de hacer el plan de gasto para el proyecto que tenemos junto con la industria Marshall.

Me meto en mi cuarto para cambiarme de ropa, hoy no lo he visto y así lo prefiero. Llevo dos días sin saber nada de él y eso me cabrea , me cabrea muchísimo pero no pienso ni buscarlo, ni llamarlo... ya lo hice una vez y no pienso hacerlo dos veces.

Salgo para tomar algo, de repente me ha entrado hambre. Bajo las escaleras y me meto en la cocina, me preparo un sándwich de queso y saco un zumo.

—Ei— dice jadeando mi cuñada — ¿que tal el día?

—Estresante — le doy un bocado al sándwich y la miro, lleva ropa de deporte y está sudada, supongo que habrá salido a correr —¿y el tuyo?

—Más de lo mismo— bebe agua— menos mal que mañana me voy de viaje para descansar.

—¿Al final te vas?— ole por ella

—Si, que tu hermano no quiera ir es cosa suya— se sienta al lado y se prepara otro sándwich— no voy a cambiar mis planes por el.

—Que envidia— yo también necesito unas vacaciones

—¿Por que no te vienes?— dice de repente— seguro que a tu padre no le importa y a Scott le encantaría, después del chasco que se llevó...

—No se, aunque mirándolo bien— digo pensativa, poner distancia para no pensar en él y a la vez relajarme creo que sería un fantástico plan. — se lo preguntaré a papá hoy y si me dice que si cuenta conmigo.

—Perfecto— dice sonriendo— voy a reservarte un billete por si acaso.

Desaparece de la cocina con mejor estado de ánimo. Y para qué mentir, yo también, creo que ese viaje sería perfecto. Subo de nuevo a mi habitación y me pongo hablar con Arya, quizás ella pueda tomarse también unos días pero le he imposible y me insulta por la simple idea de imaginarlo.

A las ocho bajo cuando escucho la voz de mi padre, salgo corriendo y le hago la pelota como cuando era pequeña.

—Papá— comienzo a decir, el levanta una ceja porque sabe que le voy a pedir algo—¿que te parecería si me fuera una semana de vacaciones ?— va hablar pero le corto— es que Phoebe se irá sola con el niño y no se... me da un poco de pena porque tenía tanta ilusión y hoy me lo ha pedido con sus ojos preciosos.

—Está bien — cede, me lanzo encima suya y le doy las gracias—voy hablar con ella para planearlo, eres el mejor papá del mundo.

El se ríe y yo no espero ni un segundo para hablar con ella, llego a la puerta de su cuarto y cuando estoy apunto de abrirla escucho voces.

—No me cabrees— escucho como dice mi hermano— ya lo hemos hablado veinte veces, ¿que te cuesta esperar unos días ?

—Y yo te lo he repetido mil veces— ahora es Phoebe la que contesta— y dentro de unos días tendrá más trabajo y no podrás ir y lo más seguro que yo tampoco ¿es que no lo entiendes?— dice cansada.

—Phoebe— comienza mi hermano pero se frena— yo ya te he dicho lo que pienso, ahora haz lo que te dé la gana.

Escucho pasos acercándose y salgo corriendo para esconderme, luego se abre su puerta y sale Ezra cabreado, menos mal que no me ha visto porque sino lo pagaría conmigo.

Vuelvo acercarme a la puerta y la toco, la abro y veo a Phoebe en la ventana mirando el horizonte.

—¿Puedo pasar?— pregunto

SEDUCCIÓN (trilogía STARK I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora