1 | Ella es, tu hija [Editando]

2 | ¿Y si ella es tu hija?

Luna salío de su habitación emocionada, si es que así se le llama a eso. Sabia que a Lili no le gustaria nada la idea de ir repentinamente a Cancún con la ezperanza que Sol estubiese allá, pero Lili era su madre y tenia que saberlo no podía irse de la nada dejando a todos muertos de la preocupación por no saber dónde ella estaba. Luna bajaba aquellos grandes escalones de la mansión a paso muy rapido, agradecía tener la facilidad usar tacones sin ningún problema–cosa que años atrás, se le dificultaba demasiado– la puerta principal se abrío y se dejo ver Lili, quíen por las cosas que traía seguramente fue a comprar las cosas de la cocina de esa enorme mansión. Sonrío al ver a Luna, Luna hizo lo mismo, acercándose a su madré, ella tomo una de las bolsas y ayudó a su madre a dejarlo en la cocina. Despues de cruzar pocas palabras mientras caminaban hacia el jardín dondé se sentia que el aire corria velozmenté, Luna y Lili se acomodarón en las mequeñas mesedoras. Luna cerró los ojos, trago saliva y suspiro.

—Mamá—dijo Luna, acomodándose—. Hoy recibí una llamada que de verdad, me confundió mucho.

—Por favor no me digas que nuevamente están extorsionando—Lili se llevó una mano a la cabeza—. Eso sería el colmo, ¡Esa gente no se cansa!

—No mamá, nada de eso—Luna sonrió—. Solo me dijeron que Matteo me sería de gran ayuda para encontrar a la pequeña.

—¡¿Para encontrar a Sol?!

—Sí, para encontrar a mi hija.

—Sus hija, porque es niña, también lleva sangre Balsano

—Matteo no sabe de ella, no la a visto nunca, ¡No cuenta!—dijo Luna un poco carismática, solo un poco.

—Porque vos no quisiste, ni quieres que lo sepa.

—¡Ni querré! Demasiado hice con aceptarte la idea de tener a Sol con su apellido de él.

—¡Era lo justo!—respondió Lili—. En fin ¿En que estábamos?

—En la llamada que me hicieron—Luna se tapó el rostro—. No sé quien diablos sea, pero sabe mucho—dijo ella—. Sabe que Matteo es el papá de Sol, y lo peor es que pueden aprovecharse de esa información.

—Luna, escucha. Ahora que casi todo el mundo sabe que tenes una hija ¿Acaso pensas que no hay uno que no piense que el padre es Matteo? Cualquiera pudo haberte llamado y solamente lo dijo al azar, nadie puede creerle a cualquiera que llegue con una información falsa.

—Mamá, esa información ¡No es falsa! Sol si es hija de Matteo—Luna desvía su mirada y de nuevo ve a su madre—. No quiero que el lo sepa, al menos no ahora. Por eso mismo temo que medios saquen la polemica que si Matteo es el padre de Sol. ¡Y quién todavía! Matteo Balsano,—Luna bufó—. El tambíen esta en boca de medío mundo ahora... Esta en la cima.

—Claro, y por esa misma "cima" tienes miedo de decirle que tenes una hija, y que esa hija el Sol. Por miedo a dañarle su carrera—. Lili río negando con la cabeza.

Luna suspiró y asintío

—Yo estuve ahí desde el principio de todo mamá, sus oportunidades de inciar una carrera musical empezarón desde la primera vez que nos hicimos novios, Justo por eso terminamos la primera vez, ¡Estaba obsesionado con eso! No le importaba nada mas que el maldito premio de Vidia.

Los ojos de Luna empezarón a acorralarse entre lagrimas, lagrimas que definitivamente confirmaban que a ella aún le pasaban cosas al recordar como fúe Matteo, como fúe que pudo hacerlo cambíar para bíen, y como de nuevo se obsesiono con la idea de ser un cantante famoso y reconocido, como lo era ahora, y justamente ahora que ya lo era no podía llegar Luna de la nada y decirle que tenian una hija, una hija desaparecida, la cual buscaba desde hace casi cuatro años.

—Entiendes mamá, ¡Le arruinaría el esfuerzo de años!

—Un hijo jamas es un error Luna.

--Al menos para nosotras significa eso, pero Matteo verá a Sol solamente como un agujero donde se fue su esfuerzo de años, su fama, su dinero, un agujero donde perdio ¡Todo! Y ahí Matteo me odiara, y lo ultimo que deseo en esta vida es que si encuentro a Sol...—La primera lagrima se desliza sobre la mejilla de Luna—. Es que Matteo la vea con malos ojos.

—Luna— Lili abrazó a su hija—. Pero talvez todo sea diferente a lo que dices, estoy segura que Matteo amará a Sol con la misma intensidad que te ama atí.

—Matteo no me amá, ni me amó.

—Claro que sí, Matteo te amo como loco, y nunca dejara de hacerlo.

—Si el me hubiese amado tanto como dicés no estuviésemos separados justo ahora.

—Tu lo dejastes Luna.

—Pero porque no me prestaba atención, solo hablaba de sus castings, de su futuro como cantante, y lo peor de todo es que en sus planes jamas estaba yo. Y las cosas hací no funcionan, la relación es de dos, no solamente de uno—dijo Luna limpiándose las lagrimas.

—Pero eso ya pasó, ahora lo mejor es hablarse y juntar fuerzas para encontrar a Sol, buscar pistas, ¡Algún lugar donde pueda estar!

—Mamá, en esa llamada anonima, mencionarón que Sol esta siguiendo los mismos pasos que yo, y pienso que talvez ella este en Mexico. Mamá, Siento que Sol esta en Cancún.

New York.

—Ya estas enterado de esto—dijo Ramiro soltando un periodíco en el escritorío de Matteo, este lo tomo con ambas manos y sonrio al ver lo que había allí, su amada Luna, con una pequeña niña en brazos. Le fue inevitable no sentir cosas y sonreír a eso.

—¡Como pudo hacer eso!—dijó Ana, mientras servia el cafe caliente que su jefe le había ordenado.

—¿Como pudo hacer qué?—esta vez fue Yam quíen acompaño a su esposo a la oficina de Matteo—¡Yamileth!—gritó al ver que su hija estaba tocando mil cosas.

—Como que, qué. ¡Como pudo engañar a Matteo de esa forma!—exclamó Ana, asotando el café en el escritorio de Matteo, provocando que salpicaran gotas de café en las piernas de Matteo.

—¡Ana!—dijo Matteo parándose de su asiento—. ¿Que decías Analí? ¿Que Luna.. Me engaño?

—Obviamente, se separaron hace cinco años. Y ahí dicen—señalo el periódico—. Que la niña actualmenté cumplirá cinco años en enero. ¿No captas Matteo? Cuando ustedes se separarón esa niña—Ana vé el periódico otra vez—. ¡Sol! Ella ya existia en el vientre de Luna.

Matteo se quedo atonito, perplejo. No sabía que decír al comentario de Ana, no le cabía en la cabeza que Luna hubiese sido capas de hacer eso. Le dolía que la mujer que mas amaba le hubiese hecho tremenda jugada, ¡Claro! Ahora entendía por que Luna lo dejó, "otro" ya estaba en sus planes.

—Luna no fue capaz... ¡Ni sería capaz! Matteo, que no ves a la niña, sus rulitos, ¡Es idéntica a vos!—dijo Jazmín entrando a la oficina.

—¡Enserio Matteo! No me digas por favor que no pensas que esa niña es tu hija—dijo Yam.

—¿Que insinuan?—Matteo fruncío el ceño.

—¡Matteo!—Ramiro captó— ¿y si ella es tu hija?—dijo.

—¿Qué?—Matteo quedo atónito.

—Es que esto no es pregunta.—Dijo Jazmín—. ¡Matteo! Sol es tu hija.

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