INTRODUCCIÓN

52 2 0
                                    

Corre, y no te detengas. Está cerca, corre y escondete lo mejor que puedas, está cerca, no dejes que te atrapen– dijo con la misma expresión de preocupación que vi en su rostro el mismo día en que su padre fue capturado– y pase lo que pase no digas tu nombre. Nos encontraremos mañana en la orilla del lago.

Te amo – dije con un nudo en el estomago y unas lágrimas que comenzaban a salir de mis ojos.

Te amo – me respondió con una sonrisa a medias y una lágrima recorriendo su rostro, para luego salir corriendo.

Me quede parado unos momentos mientras la miraba correr para luego desaparecer de mi vista. Di media vuelta y también comencé a correr. Debo encontrar un lugar seguro dónde pasar la noche. No permitiré que la atrapen, ni a mi.

A pasado alrededor de media hora, poco a poco voy bajando la velocidad hasta solo caminar un poco deprisa, cada paso que doy, cada inhalación es un pequeño dolor que va aumentando con el paso de los segundos, causado por el frío de las montañas de Alessa. Un hermoso lugar con bosques extensos y tranquilos, donde se puede se puede estar sin la más mínima preocupación y relajarte durante la mayor parte del año. Pero en invierno es una horrible experiencia si no se está capacitado o si no se cuenta con un lugar para refugiarse; y aquí me encuentro buscando algún refugio y con mi poco conocimiento de esta zona del bosque. Aún no dejo de pensar en en ella. Quiero correr a buscarla y no dejarla sola, pero sería lo más peligroso ahora. Necesitó creer en su palabra y en la mía.

Empiezo a ver borroso, no siento mis piernas ni brazos a pesar de estar con mi atuendo especializado para esta temporada, e perdido la noción del tiempo y las bajas temperaturas me empiezan a congelar, no siento mis dedos ni mi rostro. Casi caigo al chocar con una rama, ahora solo puedo caminar con dificultad ya que mis piernas no me responden bien y la nieve no ayuda en absoluto. No se cuanto tiempo a pasado y tampoco cuanto más estaré aquí afuera.
Mis piernas comienzan a doblarse. Caigo de rodillas y e llegado a un punto en el que ya no siento dolor gracias a que me congelo más y más. Me recuesto en la nieve boca arriba y observo el cielo oscureciéndose, pronto caerá la noche. Le e fallado, la e decepcionado, voy a morir ahora estoy seguro de eso, hasta mi audición está fallando, solo se escucha el eco del ruido que causal algunas aves en las copas de los árboles, lentamente cierro los ojos y después solo hay oscuridad.

— Necesitamos algo más para calentarlo antes de ....
Esto es lo único.
Servirá, trae a .... siempre sabe que hacer en ....
No, claro que no.

—¿Qué sus-s......– intento hablar y abrir mis ojos, pero no puedo pronunciar las palabras y cuando abro los ojos logro ver el cielo estrellado y una luz a mi lado proyectada por una linterna.

Tranquilo, ya estarás bien, no te preocupesdijo una voz muy dulce pero que no logro reconocer de donde proviene y en ese momento se vuelven a cerrar mis ojos y solo hay silencio.

PERDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora