«—¡Estás bien!— dije abrazándola fuertemente.
— Sí, ya todo a terminado, ya no tenemos que seguir huyendo, por fin podremos vivir tranquilos— dijo con emoción y abrazándome.
— No sabes lo feliz que estoy al saber que estás bien y todo acabo— dije con una sonrisa y soltándola lentamente.
— Yo también estoy feliz, no sabes cuanto e esperado para que todo esté bien y...— decía y de pronto su expresión de alegría se esfumó por completo dejando sólo un rostro inexpresivo y el brillo de sus ojos se apagó.
—¿Y ...?, ¿Qué pasa?— dije y comencé a preocuparme dejando de sonreír, alejándome un poco de ella— Emma responde.
—¿Por qué?— dijo Emma bajando su vista hacia su estomago dejando de mirarme y posando su mano derecha sobre una mancha color carmesí y en segundos alejó su mano viendo que se había manchado de su sangre, volvió a mirarme. En ese momento observe que había alguien detrás de ella y lo reconocí al instante. Emma comenzó a caer pero me acerque a ella y la sostuve antes de que llegara al suelo alejándola de él, que se encontraba ahí parado inmóvil y note que había un cuchillo de caza tirado con un hilo de sangre donde hace unos momentos estaba con Emma.
—Logrado— dijo él para luego desaparecer de mi vista como una sombra al ser iluminada en su totalidad. Miré hacia Emma quién ya tenia los ojos cerrados y su pulso dejo de sentirse, poco a poco fui bajando hasta quedar en el suelo en una posición sentada con Emma en mis piernas y recostada sobre mis brazos y pecho. Pronto mis ojos se llenaron de lágrimas constantes, grite tan fuerte como pude y lloré inconsolablemente.
