Tú eres mejor.

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-Scorp, ¡no corras, no puedo más!-gritaba Albus desde el puente colgante.
-Albus, estamos muy cerca del campo de quidditch. Recuerda que ha sido tu idea. ¡Imagina lo que McGonagall nos podría hacer si se entera de que estamos aquí de noche! ¡Podrían expulsarnos!-Dijo Scorpius eufórico.
-Lo primero es que si vas rápido harás ruido y nos descubrirán, lo segundo es que no nos van a desubrir. No te crees paranoias.
Albus llevaba su escoba y la de su amigo y las protecciones de quidditch de ambos, mientras que Scorpius no llevaba nada. Iba en pijama y en pantuflas, un Mafoy ridículamente precioso.
Albus había prometido a Scorpius jugar un pequeño partido de quidditch dos a dos, o al menos intentarlo. ¿Y por qué no por la mañana? Porque Al tenía deberes atrasados y mucho que estudiar, y bueno, Scorp le ayudaba. Según decía Albus, estar en 5º curso le había tomado de casualidad, había empezado con mal pie y los TIMOS estaban a la vuelta de la esquina.
-Al, vamos. ¡Qué ya estamos aquí!
-¡Tú no llevas nada! ¡Normal que corras!-chillaba.
-Si tanto te cuesta, haberte traído una bolsa.
Scorpius daba saltos de alegría, pero en el fondo, estaba muy calmado. Era de noche, tenía mucho sueño y la cafeína no le hacía efecto. Simplemente, quería jugar con él, quería que estuviesen juntos sin que uno estuviese haciendo las tareas de clase, parecía imposible, pero se podía hacer.
Llegaron al campo, después de múltiples quejas de los chicos, estaba iluminado por la luz de la luna y las estrellas. Los dos "amigos" se quedaron unos segundos mirando al cielo, aquello era digno de una pintura. Hasta que Al, puso su brazo en el hombro de Scorpius.
-¿Listo para perder?-preguntó sarcástico el azabache.
-Desde siempre.
Scorpius cogió su escoba y se puso a volar alrededor del campo a modo de calentamiento.
-¡Oye! ¿Y las bolas? -preguntaba Albus.
-¡Da igual! ESTO ES UNA CARRERA.
Albus, cansado, agarró su escoba y fue lo más rápido que pudo a por él. El rubio aceleró y comenzó a dar vueltas en diferentes direcciones para marear a su compañero, este último solo intentaba no caerse de la escoba o perder el equilibrio y quedarse de alguna manera extraña sobre la escoba. El rubio subía y bajaba, se escondía por dentro de las gradas y por debajo de las torres, el azabache, en consecuencia, hacia lo mismo. Hasta que en un momento, Scorp iba a girar y de casualidad, Al, estaba ahí y le cogió de la camisa del pijama.
-Mira, te he pillado. ¿Ahora quién es el mejor?-se reía.
Albus perdió el equilibrio y se quedó con las manos sujetándose a la escoba, mientras que esta, estaba quieta en mitad del campo.
Scorpius fue, riendo, hacia donde se encontraba su amigo.
-¿Y quién es el más patoso ahora?-rió.
Se puso a la altura de su "amigo". Se miraban fijamente a los ojos. Albus miraba los labios del chico, "Albus Severus Potter, ¿qué haces?" Pensaba el azabache. Pero no podía controlarlo.
Scorpius se acercaba cada vez más, hasta que Albus intentó arrimarse y juntar sus labios en un cálido y puro beso. Se separaron solo cuando les faltaba aire.
-Creo que... Creo que tú eres mejor. -decía Scorpius intentando bajar a Albus de su escoba.

❁Amor es sinónimo de Scorbus❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora