Capitulo XII

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Como ya conté, tu padre me mordió cuando intente "rescatarlo" de Carlisle, él creía que Edward estaba solo, que había perdido a toda su familia pero no era así, aún estaba yo. 

Mis padres me mantuvieron recluida un tiempo pero cuando ellos murieron salí a buscar a la única persona que me quedaba, no tenia a nadie mas...

Cuando el veneno comenzó actuar estuve en cama un par de días retorciéndome de dolor, Edward entendió lo que hizo al verme en ese estado y se calmó, no volvió a tomar sangre humana, al menos mientras me recordó. 

-No puedo creer lo que hice-Se lamentaba al costado de mi cama- Lo lamento tanto  

-Te prometo que no permitiré que la sed te haga hacer algo como esto- Me susurro, eramos monstruos para él ahora.  

-No fue tu culpa-Carlisle le hablaba dulcemente-Ella estará bien, ahora hay que prepararse para cuando despierte 

El problema no fue la sed por que yo misma me contuve pero no como tu madre, ella tiene un auto-control sobrenatural, en mi caso fue mi propio don, cuando desperté todo lo que estaba en el cuarto se vino sobre mi y no había forma de despegarlo, no me podía mover, estuve así incluso un par de días, de apoco me fui tranquilizando y los objetos fueron cayendo, con el tiempo todo tomo su lugar, nos fuimos de Chicago unas semanas después, vivimos en un pueblo a las afueras de Londres un par de años, tanto Edward como yo seguimos los pasos de nuestro nuevo padre y estudiamos medicina, sentíamos que debíamos ayudar, aun que lo que yo mas deseaba era que él volviese a tocar, se sentía tan culpable por lo que pasó que se castigo de esa manera, se privo de la música, lo que él no pensó era que me castigaba a mi también de esa manera. 

-No fue tu culpa-Le dije y lo besé-Vuelve a tocar 

-Ya no toco mas-Contestó rendido 

-¿No lo extrañas? 

-Extraño mi vida, la tuya 

-Esta es nuestra vida ahora... Edward...¿ Tu me amas? 

Sin decir nada me beso hondamente tomándome por la cintura para después apoyar su frente en la mía y decir 

-Con todo mi ser, pero es que no era esto lo que quería para nosotros 

-Claro que no... Tu querías morir en batalla, ¿No es cierto?- Le pregunté alejándome y él no respondió

Saber que ya no puedes morir cuando ha sido tu mayor deseo es perderlo todo y eso le había pasado a él 

<Pero...Tu también lo habías perdido todo> 

Pero lo tenia a él, ese era mi deseo y saber que sería por toda la eternidad solo lo hacia mas romántico. Con el tiempo mi don y el de él se fueron desarrollando, al principio era muy divertido, tu padre contestaba preguntas o comentarios que nadie había hecho y yo pasaba caminando por algún lado y siempre hacia que algún objeto se moviese, eso hizo que no pudiera salir de la casa por un tiempo 

-Es mi culpa que no puedas salir-Me dijo abrazándome por detrás mientras observaba las estrellas 

-No, es culpa de que siempre fui una buena manipuladora y ahora manipulo hasta los objetos, ademas ya aprenderé a dominarlo y podré salir- Diciendo eso me gire en sus brazos y lo bese, al principio de manera lenta pero aún eramos unos adolescentes, el beso comenzó a tomar temperatura 

<¡Por favor no olvides que estas hablando de mi padre!> 

Jaja No lo hago, lo que iba a decirte es que eramos adolescentes y torpes, derribamos una hilera entera de arboles, por lo que nos mudamos al día siguiente. 

Yo quería mi vida de casada pero eramos muy jóvenes aún y ademas estábamos comprometidos, no casados. 

Unos meses después comencé a tomar clases de piano a escondías de todos, no era muy buena pero las melodías volvían a sentirse. Una noche salimos a pasear y lo lleve a un viejo bar donde yo había donado un piano días atrás, ahí bajo la tenue luz, el dulce sonido de lloviznas pasajeras, ahí viendo solo a él comencé a tocar, Chopin, siempre fue mi favorito aunque en esa época Debussy era lo actual, esa felicidad igual al día en que nos comprometimos volvía a nuestras vidas, toque una pieza entera, ame cada sonido, lo ame a él en cada nota, solo quería que volviésemos a ser felices y esa noche lo fuimos. 
Pero al irse la luna y llegar el sol tuvimos que ocultarnos de nuevo, las culpas y arrepentimientos volvían a su mente, yo lo sabia, sabia que ya no era su dulce novia, ahora era una mancha, un error, una culpa con la que el cargaba. De apoco comencé a practicar como hacer barreras en las mentes de los demás, saque la idea de un libro de ciencia ficción, al principio era con personas cualquieras, pacientes, gente en la calle, hacia que se olvidaran de pequeñas cosas, incluso hice que un señor se orinara encima, con el tiempo la habilidad fue tomando fuerza. 

-Je t'aime plus qu'à ma propre vie- Le dije la noches antes de desaparecer

"te amo mas que a mi propia vida" 

Yo solo quería que fuese feliz... 
Dije que iba a volver a Chicago por unos papeles de la herencia y mi familia, dijo que me acompañaría pero le pedí que ayudara a Carlisle con el hospital. 

-Volveré pronto-Le dije para después besarlo, para esa noche él ya se había olvidado de mi y para la tarde del día siguiente estaba comprando un piano... 
Así supe que fue la decisión correcta. Estuve en contacto con Carlisle un tiempo después de eso, el me contaba todo sobre Edward pero cuando los Vulturis le escribieron preguntando por sus nuevos hijos decidimos que ellos jamas debían saber sobre mi, así perdí el contacto con él. 

<Te fuiste para protegerlo> 

Protegerlo ha sido lo único que he hecho por él 

<¿Aún lo amas?> 

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Buenas Noches!!!! Les dejo ahí la melodía que toca Eva, en lo personal soy muy fanática del piano pero no es lo único que escucho, si les interesa solo digan y pondré la música que escucho al escribir XD 

Por cierto tengo FaceBook e Instagram, no los uso mucho pero por si les interesa, es todo a mi nombre "Olivia Blume" 

Bueno... ¿Que les parece la dulce/agria historia de Eva y Edward? 

Como siempre sus votos y comentarios son mas que bienvenidos! 
 P.D Publico en la madrugada por que es cuando tengo tiempo pero por lo general estoy bastante dormida así que si ven algo que no encaja bien o algún error de ortografía y/o sintaxis, por favor avisar!!

Con Cariño-Oli

Después del Amanecer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora