Una vez que el tiempo pasó, me decidí a salir, un día extraño como otros, me levanté y me dije.- Es hora-. Ni yo sabia de que era hora pero me fui a buscar algo de diversión.
Me hallaba en una plaza atestada de personas, empecé a rogarle al mundo encontrarme a alguien conocido, a quien sea, ya no queria estar sola y bueno...empecé a caminar.
Pasaron 5 minutos desde mi intento de conexión astral con el universo cuando me reposé en el barandal de la planta alta a mirar a las personas patinar en la pista de hielo, de pronto pasó un chico no mayor que yo (Bueno abrí parentesis para decirles que habia visto a muchos chicos pero este era especial, era como que muy extraño, no les miento si les digo que lo vi pasar en camara lenta y como si un rayo de luz lo iluminase, en verdad que fue extraño)pues aunque no hacia viento su cabello se movia, de tez morena, una extraña cicatriz cerca del ojo izquierdo, ojos oscuros y una peculiares cejas, todo un ser artistico en si, pues bien, aunque solo fueron unos segundos en que le miré fue como si hubiese sido una eternidad, pasó de largo y yo me voltee a ver el piso de la pista de hielo, me preguntaba que edad tendria aquél chico, unos minutos despues regresó y se posó a mi lado.
Si quieren saber como termina esto deben de esperar un poco, este chico ha sido mi salvación entre tanta desolación, entre tanto odio y tristeza, se llama Raúl.
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NO.
RomanceJodido. ¿Qué tiene de especial todo esto? Nuestra existencia solo depende de cuanto respiramos.