Hé decidido escribir un cápitulo medio largo a este chico, hay amores que se olvidan en una noche y hay unos cuantos que se quedan grabados en la piel.
Alejandro fue y es un chico bastante péculiar, tiene el cabello castaño y ojos claros, alto y atletico.
Mi historia comienza algo asi; conocí a Alejandro cuando estaba en secundaria, me hallaba en segundo año, una de mis amigas de primer año era novia de él, yo solía escucharla para saber de él, no les negaré que se veía en extremo pequeño pero me encantaban sus ojos, eran cómo los de una serpiente, eran un tanto claros y amenazadores, quizá no me llevaba bien con esa chica por ser demasiado presumida y egolatra pero me gustaba escucharla si hablaba de él, solo por el mero hecho de que me gustaba.
El tiempo pasó y dejé de estar al pendiente de ellos, conocí a un chico llamado Jorge y empecé a salir con él, me olvidé de Alejandro al igual que él lo hizo de mi amiga y tomamos caminos muy distintos.
Entonces diran ¿Qué les unió de nuevo? Mera casualidad.
Unos cuantos años despues, para ser exactos uno tres años, fui a mi antigua secundaria a acompañar a una compañera de cuarto a presentar su examen extraordinario(recuerden que vivia en un internado) y mientras hacia tiempo me paseaba por los salones, ahí fue donde conocí a Emiliano, y donde volví a ver a Héctor con su novia, con la cual duró un año, sentí cosas de nuevo pero traté de actuar normal, despues de recordar mi anterior escuela entré al que era mi salón y lo vi, él y Héctor estudiaban juntos, me senté en la pared y uno de los profesores que era mi favorito me dijo.-Hola Ale, ¿vienes?, veremos el video de fin de año-. Este maestro nos tomaba fotos durante todo el año para despues hacer un video y presentarlo los últimos días de clases, así que fui.
Entré a la sala audiovisual y me senté en el suelo, a lado de mí se sentó Alejandro, miré de nuevo sus ojos un tanto claros, yo sostenía un libro de Gabriel Garcia Márquez, no, no era 100 años de soledad, me insistió en hablar pero yo no quería hacerlo, porque frente de mí estaba Héctor con su novia, yo solo quería que acabara eso.
-¿Qué lees?-. Alejandro no se daría por vencido
-"Del amor y otros demonios" de Garcia Márquez, ¿Te gusta leer?-.
-Leo un poco de la Segunda Guerra Mundial-.Dijo un poco nervioso pero haciendo un gran esfuerzo
-Me gusta leer acerca de ello y de Hitler-. Al parecer teniamos algo en común, tambien recuerdo que me hizo un cumplido acerca de mis ojos oscuros, al final la historia terminó ahí, bueno maso menos, un tiempo despues tratamos de ser enamorados pero no nos veíamos entonces no tenía sentido.
Todo pasó el 18 de agosto del anterior año.
Regresé con Héctor, despues de tanto tiempo él y yo anduvimos de nuevo, sin embargo teníamos demasiados problemas en nuestra relación y es que ambos nos odiabamos por todo lo que habiamos hecho antes, pero tratamos de arreglarlo, no funcionó, regresando a la fecha mencionada, me quedé de ver con Alejandro dicho día, si moría de nervios pero sabía como disimular asi que actué normal.
Él y yo sabiamos que quizá pasaría algo entre nosotros, un simple beso o más, bien me llamaran infiel pero la verdad es que había peleeado con Héctor de manera agresiva dos días antes, di por hecho que jamás hablariamos de nuevo, al final esto lo sabía Alejandro.
Nos vimos, él se puso nervioso, y yo moría de nervios, lo primero que noté fue que sus ojos brillaban demasiado y despues que su cabello había oscurecido. Fuimos a su casa, y bien que les cuento, pasó de manera no planeada, la quimica que mi cuerpo experimentó cerca del suyo era sorprendente, era como si nuestros cuerpos se conocieran desde mucho antes, me hizo querer mi cuerpo tal y cómo era, sus manos me tocaban si fuera una obra de arte de mucho valor, pero...no todo fue así, no todo fue cómo ese momento, de hecho ahí empezó el fondo de mi depresión, con él toqué el vil infierno, pensando que era bello si él estaba ahí, sin embargo una vez que me tuvo donde me quizo me dejó ahí.
Y asi empieza otro cápitulo.
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NO.
Любовные романыJodido. ¿Qué tiene de especial todo esto? Nuestra existencia solo depende de cuanto respiramos.