Alma Gemelas ❜ Nammin ﹙ 𝗔𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 ﹚

14

Jimin seguía en su cuarto, no había salido desde hace dos días, tampoco había ido al instituto, ya que eran cuatro días de duelo por el difunto TaeHyung-que vivía en la mente de Jimin-.

"Entonces, ¿Si escuchaste mi voz en tu cabeza antes de besar a NamJoon?"

Jimin río- ¡Si! ¡Fue tan raro!

La risa de TaeHyung inundó la cabeza de Jimin, pero paró al instante en el que su puerta se abrió de golpe. Dejando ver a su padre a tras luz

-Jimin ¿De que mierda de te ríes?

-De nada, padre. Fue solo un chiste que recordé-el padre de Jimin avanzó furioso hasta él

-¿Me estás tomando el pelo?

-No, padre......Te estoy diciendo la verdad ¡Lo juro!

-¡A mi no me gritas!- la mano gruesa de su padre se alzó para pegarle una bofetada a Jimin, pero el timbre de la puerta lo salvó. Se escucharon los pasos de la madre de Jimin yendo a abrir la puerta y el grito de ella; ¡Jimin, un chico vino a verte!. Aprovechó la distracción de su padre para esquivarlo y salir corriendo. Bajó las escaleras tal como un rayo y corrió hasta la puerta. No le sorprendía ver cómo los lazos de su madre y su padre no se conectaban, pero eso ahora no le importaba. Abrió la puerta y cogió a NamJoon del brazo y corrió. Corrió y corrió del mismo infierno.

-¡Jimin! ¿Qué sucede?-preguntó exasperado NamJoon.

-¿Pero que mierdas te pasa? ¿Por qué fuiste a mi casa? ¿Cómo sabes donde vivo?

-¡Yo solo quería ayudarte!

El corazón de Jimin se detuvo, no sabía a qué se refería NamJoon con "ayudarlo"

-¿Ayudarme? ¡Tú no sabes nada!-sollozó Jimin-¡Nada!

-¡Si, si lo sé! ¡Sé cómo te sientes porque soy igual que tú!

Jimin quedó callado, en silencio. Era agradable escuchar los trueno -aunque le causarán un poco de miedo- en el cielo anunciando la tormenta que se aproximaba. Ambos chicos se miraban fijamente a los ojos, una guerra de colores, la luz de los relámpagos hacia que el color marrón de Jimin se tornara castaño por alguna razón, y eso a NamJoon le encantó. Tanto, que le besó como si fuese la única persona en el mundo. Aunque para él ya lo era. Él era su tormenta, desastre, trueno, relámpago brillante, magnífico cenit favorito. Y estaba enamorado de esos profundos ojos marrones.

NamJoon se fue separando poco a poco de él, hasta quedar cara a cara y le susurró:

-El cielo es un lugar en la tierra cuando estoy contigo...