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Su vida había dado un giro de 360º grados hace algunos meses, todo había cambiado tan abruptamente que a veces despertaba con una sensación extraña, como si estuviera soñando una vida que no era la suya, la horrible sensación de creer que todo es irreal y que con cada parpadeo podía significar volver a su condenada realidad era aterrador. Sacudió la cabeza para luego golpear sus pómulos suavemente con sus manos para darse ánimos para poder iniciar su día.

El despertador había sonado hace 10 minutos un tiempo valioso desperdiciado por cosas "sin sentido" para el pequeño esqueleto, inició su rutina con rapidez para cumplir con su "horario" establecido, bañarse, vestirse, tomar desayuno, lavar lo sucio y caminar al trabajo se ha dicho. Mantuvo su suave andar, agradecía que el trabajo le quedara cerca de donde vivía, hacía agradable sus mañanas o mejor dicho madrugadas, debía estar a las 7:30 AM en el café para iniciar su turno.

Por ahora su mayor alegría era darle una animosa y buena sonrisa a todos los clientes, para muchos sonreír sería parte del trabajo, pero para Blue era más que eso, una sonrisa significa darle ánimos a quienes más lo necesitaran y es que un Lunes en la mañana es un día difícil para todos. Su mañana había sido normal, nada fuera de lo común, el tintineo de la campana de la puerta le avisó sobre un nuevo cliente, aún si eran las 3 de la tarde siempre habría alguien que deseara un buen café para relajarse o por otro motivo.

- Buenas tardes, ¿qué puedo servirle? –hablo calmado, pero poco duro al sentir como golpeaban el mesón con rabia y fuerza.

- Un café expresso, un café cortado, un café sin azúcar, un expresso corto y un café moka.

- ...-por primera vez en mucho tiempo sentía que no podía hablar o articular alguna palabra, no sabía si era por lo repentino o no.

- ¿Estás sordo o qué? –pregunto de mala gana aquel esqueleto haciendo que levantara la vista y le mirara. Sus miradas chocaron por unos minutos- que esperas...

- ¡Y-yo, l-lo siento! ¡Enseguida señor! –y con ello anotó la orden con rapidez y nervios.

- ¡Tch!...guarda el maldito cambio...-el esqueleto se alejó para poder esperar su orden, mientras un nervioso Blue anotaba todo y hacía el pedido.

Ese fue su primer encuentro, pero no seria el ultimo, ese día cuando Blue vio a aquel esqueleto irse del café se hizo un promesa...le quitaría esa amargura, quizás fue por el susto del momento. Pero con el paso del día pudo notar aquella furia e indiferencia que su mirada tenía, pero que de alguna manera le hacía sentir un escalofrío, bueno o malo, quería quitarle esa sensación de pesadez y desde ese momento se dispuso a sonreírle de la forma más sincera, brillante y especial.

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El martes llegó, durante la mañana la ausencia del contrario hizo preocupar al de pañoleta, pero llegada la tarde apareció, lastimosamente su turno estaba terminando, eso lo hacía feliz claro, podría descansar después de un día agotador y el hecho de limpiar las mesas lo relajaban. Sin embargo su mano se detuvo al ver como aquel esqueleto pedía su orden, pobre chica, pensó Blue al ver como se ponía nerviosa, debía admitir que el aura contraria era intimidante, pero podía ser agradable.

Rió con suavidad para volver a su trabajo, mientras limpiaba aquella mesa por su cabeza pasó un pensamiento fugaz "¿Cuánto tiempo llevaba dedicándole sus sonrisa a aquel amargado ser?" Juraba que no pasaría la semana, pero al hacer memoria se dio cuenta que no era así...una semana y dos días de "conocerse" aunque este día no podría ser contado. Suspiro cansado y algo molesto, hoy no podría atenderlo y darle su sonrisa diaria, pero bueno....no todo se consigue en la vida, ¿no?.

El reloj marcó las 5, su turno había terminado y eso significaba que al fin podría descansar, no es que le desagradara su trabajo por el contrario lo amaba, un lugar tranquilo, conocer nuevas personas, un ambiente cálido y poder hacer feliz a otros con pequeños gestos y una buena atención. Algo que se le daba bien y de forma natural, se cambió dejando su uniforme y cambiándose de ropa, una vez que estuvo listo el pequeño de ojos celestes se dispuso a salir por la salida de empleados, camino hacia la calle. Cuando de repente vio a cierto esqueleto parado afuera de la cafetería. Se le acercó intrigado por saber que hacia en aquel lugar.

.:Carpe Diem:. [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora