[JEONGHAN HYUNG]
JeongHannie hyung siempre era dulce con él, lo cuidaba como si fuera un bebé y por eso lo quería mucho.
—¿Quieres algo para comer JiHoonie? —preguntó dulce el mayor mirando a su adorable dongsaeng.
—No gracias, hyung, yo estoy aquí para servirle no para que me sirva a mí. —puchereo el pequeño.
JeongHan intentó respirar lento para que su corazón no se siguiera acelerando así por los morritos que daba el pequeño castaño. Su corazón no aguantaría tanta ternura del menor.
—Mi corazón, dios mío, ¿qué voy a hacer contigo, JiHoonie? —dijo colocando su mano en su pecho.
JiHoon rió tiernamente, JeongHan siempre hacía ese tipo de comentarios que lo hacían sonrojarse.
—¡Yah! Hyung... —cubrió sus mejillas apenado.
—Mira lo haces de nuevo, deja de hacer que mi corazón se acelere así. —le acusó frunciendo el ceño levemente.
El castaño miraba atento a su mayor que se acercaba hasta él.
—JiHoonie... —lo llamó arrodillandose frente a él— gusta de mí, por favor.
JiHoon abrió sus pequeños ojitos sorprendido, el otro castaño lo tomó de las manos, mirándolas, avergonzado por su confesión.
—Hyung... —suspiró JiHoon.
JeongHan lo miró esta vez los ojos atentos del menor, se acercó, JiHoon cerró sus ojos al creer saber que es lo que haría su hyung, el mayor sonrió al ver al castaño con sus labios un poco levantados y los ojos cerrados. Era adorable.
JiHoon terminó recibiendo un beso en la frente. Abrió lentamente sus ojos cuando JeongHan se apartó.
—Vamos al centro comercial. —tomó su mano una vez más para levantarlo de la silla.
Salieron de la casa aún con sus manos entrelazadas, JeongHan volteaba a sonreírle y JiHoon sentía sus mejillas y orejas arder cada vez que lo veía. Comenzaron una plática amena mientras caminaban a centro comercial, JiHoon reía por los chistes del mayor.
¡Es que su hyung era tan ocurrente!
JiHoon balanceaba las manos entrelazadas mientras cantaba para JeongHan. Era un momento de ellos dos, en su pequeña burbuja.
Cantaba una de sus canciones favoritas en inglés para el mayor, demostrando sus dotes en canto y las lecciones de inglés que tomó con uno de sus hyungs para JeongHan.
JeongHan seguía la canción del menor de vez en cuando deleitándose primeramente de la voz de JiHoon.
Estuvieron en el centro comercial por horas, comiendo helado entrando a todas las tiendas que les llamarán la atención, se habían divertido jugando en las pequeñas arcades y JiHoon había reído tanto por las tonterías del mayor que le dolían las mejillas y la panza.
Se quedaría a dormir en casa de su hyung porque petición del mismo, después de todo aún era el día de su hyung y debía hacerle caso. Planeaba ver una película, después harían un pequeño festín de postres que comprarían en el supermercado y después hablarían hasta quedarse dormidos para aprovechar aquel día de solo Hannie y Hoonie.