[WONWOO HYUNG]
Aunque parecía un hyung serio, en verdad era de los mejores hyungs que tenía. Hacía chistes que solo los dos entendían, siempre podía confiar en él,
JiHoon adoraba acurrucarse entre los brazos de su mayor mientras este le leía algún libro, JiHoon opinaba de vez en cuando o se reía por las exageradas voces que les ponía a los personajes el mayor. WonWoo amaba la calidez que JiHoon causaba en su pecho al acostarse ahí y también cuando reía y hacía latir a su corazón demasiado rápido.
Apenas JiHoon había llegado WonWoo le insistió que escogiera un libro para leerlo para él, aunque JiHoon se opuso con resistencia argumentando que aquel día él debía hacer algo por WonWoo y el mayor con firmeza le había respondido que escoger un libro para leer era lo que podía hacer por el.
Entonces el menor buscó algo nuevo, ¡hasta metió su cabecita hasta el fondo del estante para encontrar algo nuevo! Y es que casi todo ya había sido leído por su hyung que pensó en comprarle muchos más libros para su cumpleaños.
—¿Qué es esto? —tomó un libro un poquito grande pero muy delgado por dentro y era de pasta dura que no había notado hasta ahora, descubriendo que era un libro de cuentos cortos.
Abrió el libro con tapa gruesa pero delgadas hojas de un material más resistente, leyó el índice y quedó satisfecho con los cortos títulos. Lo llevó en brazos a su hyung que lo esperaba en la habitación con una taza de té en la mano.
JiHoon dudó si debía acurrucarse en el pecho de WonWoo porque el chico estaba bebiendo su té pero su pensamiento fue rápidamente desechado al ver a WonWoo dejar la taza en la mesita de noche y palmear un lado de la cama para que se recostara con el. JiHoon no tuvo que esperar a un segundo llamado para ya estar ahí en ese pequeño espacio como le había indicado su mayor.
—¿Qué has traído JiHoonie? —miró el libro en la mano del menor, intentando recordar si ya lo había leído.
—Es un libro de cuentos que estaba escondido entre tus estantes, hyung, ví un título que me llamó mucho la atención. —le tendió el libro al WonWoo para que lo leyera.
El castaño lo hizo y con su muy buena lectura de comprensión leyó rápidamente el índice, escuchó a JiHoon decir que quería escuchar el cuento de Madre Nieve.
—¿Madre Nieve? —WonWoo pareció pensar en algo— bien será ese.
JiHoon se acomodó de forma que su rostro quedará pegado al pecho de WonWoo, el menor podía oler el masculino aroma que desprendía el mayor y se sintió embelesado por el olor, sus brazos rodearon al mayor y miró hacía donde WonWoo alzaba su rostro y el libro en manos también alzado de forma de que JiHoon pudiera ver los dibujos que el cuento mostraba. Pero JiHoon estaba más concentrado en la forma en la que WonWoo se mantenía con una expresión neutra y sus labios se movían al leer en voz alta.
Con un puchero decidió escuchar el cuento.
—¿Es una versión diferente de Cenicienta, acaso? —WonWoo habló de repente interrumpiéndose a sí mismo.
JiHoon no dijo nada porque no había escuchado del todo los primeros párrafos de la historia. WonWoo al no recibir respuesta decidió seguir, un poco confundido al no escuchar alguna respuesta en burla o queja de su pequeño.
Está vez JiHoon si prestó atención y se quejo cuando escuchó que una de las antagonistas entraba en acción en el cuento.
—¡La hermana está haciendo las cosas mal! —JiHoon escuchó a WonWoo hacer un sonido de afirmación en de acuerdo con su menor.
—Estoy seguro que no conseguirá lo mismo que la hermana buena. —rió por el ya tan predecible final. JiHoon rió un poco también.
En efecto, el corto cuento finalizó con una hermana sucia por el lodo y un gallo anunciando su llegada de forma graciosa.
—Eso le pasa por ser perezosa. —bostezó JiHoon, WonWoo rió.
—Pero nadie te gana en pereza, pequeño. —dijo con diversión, mirando a JiHoon estirarse como un gato en la cama y después enredarse en su cuerpo como un koala.
—Tú tienes la culpa hyung, eres muy cómodo y cálido para dormir. —murmuró con los labios pegados al torso del mayor.
WonWoo se removió ansioso por la acción de su menor.
—Me alegro de ser cómodo para ti JiHoonie. —acarició los cabellos de su menor, observando como cerraba sus ojos y caían sus pestañas.
—Hyung su corazón está latiendo muy rápido... —llevó una de sus manos a la altura del corazón del mayor.
WonWoo seguía con la mirada las acciones de JiHoon.
—Es lo que tu ocasionas, Hoonie. —susurró dulcemente.
JiHoon sonrió.
—También haces que mi corazón se vuelva muy inquieto dentro de mí, Wonu hyung. —se sonrojó con vergüenza, aún así siguió mirando a su mayor.
Y abrazados con una sonrisa en sus labios, JiHoon y WonWoo compartieron una siesta juntos mientras sus corazones latian en un mismo ritmo.