[JOSHUA HYUNG]
Joshua hyung y él compartían muchas cosas en común, los dos adoraban la música en especial tocar la guitarra, el piano y cantar.
También su hyung siempre le ayudaba con el inglés porque el sabía que no lo llevaba muy bien, con su paciencia y dulce actitud lo ayudaba a comprender las palabras que no entendía.
Pero ahora mismo no se trataba de lo que JiHoon quería y necesitará, si no lo que su amado hyung americano quisiera. Estaba muy pero muuuuy agradecido con él porque gracias a él aprobó exitosamente su examen de inglés.
Por eso lo había abrazado apenas lo vio, colgándose a su cuello como un pequeño koala.
—¡Hyuuuung! Pase el examen gracias a usted. —le dijo mientras se aferraba al mayor que reía por los morritos que hacía el menor y los ojitos brillosos que lo miraban con alegría.
—Eso es genial, honey. —lo llamó por aquel apodo que tanto le gustaba a JiHoon.
Su hyung se lo había puesto pensando que Hoonie y honey sonaban parecido, a JiHoon le gustó mucho más cuando el americano le había dicho que JiHoon era como la miel dulce hecha por las abejas más enojonas.
Joshua cargó en sus brazos al menor meciéndolo, el castaño se había escondido en su cuello y dejó que lo cargara a su habitación. Cuando lo dejó sentado en la cama y vio como tomaba su guitarra y dejaba a su lado el piano electrónico aplaudió con emoción, siendo un excelente público para Joshua.
—Hoy tocaré algo que he estado practicando para ti.
—¿Para mí? —lo miró sorprendido, abriendo sus ojitos sin creerlo. ¡Su hyung práctico arduamente para él!
Joshua hizo un sonidito de afirmación mientras asentía, confirmando al pequeño.
Tocó uno de los botones para reproducir la melodía ya pre grabada en el piano. Para después pasar sus dedos cuidadosamente por su guitarra.
Esperó unos segundos antes de escuchar la voz de su hyung, la melodiosa voz que le gustaba tanto que le cantará para quedarse dormido se hizo presente resonando en la habitación. Movió su cabecita de un lado a otro por el ritmo, era agradable de escuchar.
JiHoon sonrió avergonzado al escuchar la letra.
—Esperaba que esa clase de persona estuviera en algún lugar y aquí estás tú.
Joshua no dejó de mirarlo en ningún momento, intentado transmitir todo aquello que sentía por JiHoon en una canción.
—Me estoy enamorando de ti. Es muy tarde para salir.
Cuando terminó la canción JiHoon aplaudió de nuevo, está vez con las mejillas rojas por la intensa mirada que Joshua le había estado dedicando mientras cantaba y por todo lo que con una canción le dijo.
—Hyung... Es una canción muy hermosa. —halagó el menor— es mi nueva canción favorita en el mundo.
—¿Después de Don't Judge Me? —preguntó el mayor con una sonrisa.
—Tampoco hay que exagerar. —bromeó JiHoon para después reír divertido por la expresión que puso su hyung, ofendido por las palabras de su menor— No es verdad hyung, su canción ahora es mi favorita de aquí hasta el infinito y más allá porque la escribió para mi con mucho amor.
JiHoon se levantó de la cama para ponerse enfrente de Joshua, se inclinó un poquito y dejó un suave beso en su mejilla.
—Gracias hyung. —murmuro con las mejillas rojas cuando se separó del mayor.
Joshua le dedicó una sonrisa tan bonita que JiHoon sintió su corazón acelerarse por culpa de su hyung.
—Te escribiría un montón de canciones con tal de recibir tus sonrisas como recompensa. —susurro Joshua al tener enfrente a JiHoon sin necesidad de alzar mucho la voz, compartiendo aquello como si fuera un secreto entre los dos.
—¡Hyung, no digas esas cosas! —las mejillas y orejas de JiHoon estaban a explotar, eran demasiadas emociones bonitas en un día, cubrió su rostro rojizo para no seguir viendo a Joshua.
El americano rió enternecido.
—¿Quieres ver una película, honey?