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Maddie POV:

Los segundos, los minutos, las horas, los días y las semanas fueron avanzando e inevitablemente Zach y yo nos fuimos haciendo mas cercanos. Casi diario estábamos juntos, incluso llevó días sin salir con Valería y Joce por culpa de Zach, bueno aunque no es toda su culpa yo también aceptaba estar con él, habíamos impuesto que los miércoles Zach se quedaría a dormir en mi casa para irnos a la preparatoria juntos y los jueves yo me quedaría en su casa. Ayra no me había hablado mucho los últimos días pero tampoco me importaba mucho como ya lo había dicho.

Liam comenzó a juntarse un poco mas con Jessica y aunque todavía se juntaba con nosotros sentía que aveces era distante, comenzaba a creer que era por Jessica pero no estoy segura.

Hoy era martes y Zach y yo iríamos al centro comercial para comprarnos unas sudaderas que habíamos visto para vernos goals. Bajamos del autobús y nos adentramos en él centro comercial, al parecer hoy era día de reunión de varios jóvenes ya que había muchos grupito de jóvenes aunque debo admitir que estaban muy guapos, pero prefiero a mi acompañante, claro porque es mi mejor amigo y lo tengo que preferir a él, es por eso.

Pasamos por un grupito y mi vista se fijo en un chico alto, de ojos cafés claros y con la segunda mejor sonrisa que he visto en mi vida, la primera siempre sera la de Zach, al parecer sintió mi mirada ya que conectamos miradas por unos segundos él me saludo con una sonrisa a la que le respondí con otra sonrisa mientras sentía como mis mejillas se encendían, era demasiado guapo. Sentí la mano de Zach entrelazándose con la mía y mi mirada se desvío del chico guapo a nuestras manos entrelazadas, mire arqueando una ceja a Zach y este levanto la barbilla en forma de orgullo, entonces fue como en las caricaturas que se te prende un foco arriba de tu cabeza, Zach estaba celoso. Me causo un poco de gracia aunque no podía dejar desapercibido lo rápido que latía mi corazón y por mi mente paso una pregunta.

¿Sera que le puedo gustar aunque sea un poco a Zach?

Iba a formularle esa pregunta pero él me interrumpió

– ni creas que me gustas, no me agradaba la forma en la que el te veía - sentí una gran decepción y como mi corazón dolió, una parte de mi me decía que eso era mentira pero tal vez mi mente estaba aferrada a que solo eramos mejores amigos. Tal vez noto mi decepción y él impacto de sus palabras en mi ya que se retracto rápidamente pero ya era tarde, lo dicho estaba dicho y no podía cambiarlo aunque debo aceptarlo.

Me sentí como una mierda

Cuando pasamos a todos los jóvenes solté su mano extrañando rápidamente su toque, pero tampoco era como si yo lo fuera a agarrar de la mano de nuevo, aunque quería no debía, empecé a caminar un poco mas rápido que él y rápidamente mi humor cambio, me sentía totalmente enfadada, tal vez seria él tono en él que me lo había dicho, eso debió ser.

– Maddie sabes que hay veces que no mido mis palabras y ya sabes que soy un imbécil -me tomó del codo acercándome a él, yo solo me dedicaba a mirarlo- se que tal vez no fue correcto lo que te dije pero perdoname yo se que no te puedes enojar conmigo -revolvió mi cabello y no pude evitar sonreír.

– siempre la cagas idiota -lo abrace brevemente- la próxima vez no te perdonare -seguimos caminando, aunque sentía él roce de nuestras manos, y como lentamente Zach volvía a entrelazarlas, era como si una estampida de elefantes estuviera en mi estomago, esto definitivamente tiene que saberlo Valería y Joce.

(***)

Llegue a mi casa y me acosté un uno de los sillones de nuestra sala mientras prendía la televisión y dejaba las bolsas que contenían ropa a un lado, saque mi celular y marque él numero de Joce.

Un timbre, dos timbres, tres timbres y nada

Me mando al buzón, decidí hacer lo mismo con Valería pero tampoco me contestó. Me preocupe un poco Joce siempre contestaba mis llamadas aunque Valería últimamente no. Con mucho esfuerzo ya que habíamos estado caminando mucho Zach y yo me levante del cómodo sillón y me dirigí a la puerta, tome mis llaves y le grite diciendo a mi madre que en un rato regresaba y salí de la casa para comenzar a caminar hacia la casa de Valería.

Normalmente hacías 45 minutos caminando así que primero pase a la casa de Joce que me quedaba a 10 minutos. Llegue pero me dijo que había salido con unas amigas, sabia perfectamente que estaba con James, los papas de Joce no la dejan tener novio ya que son algo estrictos pero Joce siempre lo hace a escondidas y siempre soy yo su tapadera. Le agradecí y tome un taxi hacia la casa de Valería ya que no estaba de humor para caminar.

Le pague al taxi lo único que me quedaba de dinero, me tendría que regresar a mi casa caminando o le marcaría a mi madre para que viniera por mi. Subí los pequeños escalones que habían antes de llegar a la puerta y toque él timbre esperando a que viniera alguien a abrirme. Espere menos de un minuto hasta que Valeria se asomo con un gran moretón en si brazo derecho y otro en su pómulo. Se veían sus grandes ojeras y sus ojos hinchados de haber llorado, me alarme de inmediato y corrí a abrazarla, me separe de inmediato cuando escuche un quejido de parte de ella, estaba por comenzar a preguntarle pero ella se adelanto a hablar.

– sacame de aquí por favor - se le quebró la voz y yo asentí repetidas veces, me quite él suéter que traía puesto y aunque llevaba un crop-top y seguramente tendría frío ya que esta comenzando a oscurecer sabia que Valería lo necesitaba mas que yo.

Mientras caminabamos en silencio le marque a mi madre para que nos recogiera, en todo él transcurso de la casa de Valería a mi casa ninguna de las dos hablo. Cuando llegamos a mi casa nos adentramos rápidamente en mi habitación y saque una pijama que le quedara a Valería, afortunadamente casi toda nuestra ropa nos quedaba así que no hubo problema. Se metió al baño y cambio sus pantalones negros y blusa de tiras por lo que le había dado, se sentó a un lado de mi y se aferro a mi brazo.

– si no quieres o no puedes contarme ahora lo comprenderé -acaricie su rubio cabello

mi vida es una mierda Maddie -dijo antes de llorar, la abrace de lado y deje que llorara en mi hombro mientras trataba de tranquilizarla

– no te preocupes todo estará bien, aunque creo que la mía también lo es.



Un Simple ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora