Bewitched - [HunHan]

Nueva vida

[Nuevamente disculpen lo errores del capítulo pasado, es solo que Word corrige como una mierda. Y si me faltan "Espacios", es por el maldito teclado que no marca bien las letras].

♥♥♥

─ ¿¡Tú!? ¿Cómo es que podías hablarme solo a mí?

─ He estado pendiente de tus actos.

─ ¿De mis actos? Eso no responde nada.

─ Eres muy preguntón.

─ Si tú estuvieras en mi posición harías lo mismo, ¿No? Ahora deja de jugar. Dime donde estoy y quién eres.

─ No gastes el poco tiempo que tienes conmigo dándome órdenes que obviamente no voy a seguir. ─ La chica estaba calmada, no daba a notar ningún sentimiento de desesperación, furia o cualquier otro. Era como si no fuera su primera vez haciendo esto. Se veía acostumbrada.

─ Por lo menos dime quién eres.

─ Tae Yeon, pero para ti Kim Tae Yeon.

─ ¿Te conozco? ¿Qué haces aquí?

─ Vengo a darte tu castigo.

─ ¿Castigo? ¿De qué diablos estás hablando? No he hecho nada malo y una chica como tú no va a castigarme.

─ ¿Qué harás al respecto?

─ ¿Qué haré al respecto? Te voy a dar una respuesta y debes escucharla bien porque no voy a repetirla.

─ De acuerdo. Soy toda oídos.

─ Voy a sacarte de aquí.

─ ¿Cómo vas a sacarme de un lugar el cual no conoces, chispitas?

─ De esta forma. ─ Me levanté de la cama y camine hacia ella para sacarla, ninguna chica va a darme órdenes y tampoco jugara conmigo.

─ No te atrevas.

─ Si que lo haré. ─ Incliné mi cuerpo para levantarla pero en un sonar de dedos estaba mirando hacia la cama. Había perdido el control completo de mi cuerpo. Ya no estaba en el, estaba reposando en la cama en un estado de sueño. O eso aparentaba. Vestía pantalones negros y una sudadera del mismo color, ¿Por qué mi ropa era negra y la de ella blanca? Tenía puesto los mismos zapatos, mis favoritos. Negros con una franja blanca en la parte de atrás.

─ ¿Es broma? ─ Mi voz se rompió.

─ Se Hun. No puedes tocarme, no voy a permitirlo. Esto es lo que te has conseguido al no prestar atención a mis advertencias.

Respire hondo y me las arregle para formular una buena pregunta.

─ ¿De qué advertencias hablas? ─

─ Puse en riesgo tu vida dos veces y le diste caso omiso, intente que te lastimaras pero la suerte estuvo de tu lado, hablé contigo. Y una vez más me ignoraste. No tenía remedio. No quería castigarte porque tu misión aquí es especial, pero no hubo de otra.

─ De... ¿De qué hablas? ─ Estaba asustado, esto no era normal, mi cabeza no funcionaba bien para darle sentido a esto, todo daba vueltas y me sentía extraño

─ Se Hun. Todo este tiempo estuviste jugando con los sentimientos de los demás seres humanos, te dije que no le hicieras daño a aquella chica, Hwang Tiffany. Tú última presa, pero, ¡Dios, tú has sido el más difícil! ¿Cómo pudiste ser tan cabeza hueca al no darte cuenta a lo que me refería? Te di una visión, ¡Una visión! Y aún así no supiste a lo que me refería. ─ Tae Yeon. Aquella chica loca movía sus manos mientras hablaba, no sabía con que concentrarme. En mi cuerpo, a lo que decía o a sus movimientos de manos.