2: ¿Quién es Joan?

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Salgo del ascensor y en cuanto entro al lobby le mando un mensaje a Camille avisando que acabo de llegar, me responde que en media hora estará aquí  con Jessy

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Salgo del ascensor y en cuanto entro al lobby le mando un mensaje a Camille avisando que acabo de llegar, me responde que en media hora estará aquí con Jessy. Camino hacia la cocina y lo único que puedo ver son platos sucios y un post it con la letra de mi mamá en un lindo "Salimos, llegamos tarde." alado de una hermosa posdata donde me exige lavar los platos. Genial, ellos comen y yo temido limpiando.

Agarro los platos tratando de no tocar las partes con comida, joder esto es tan asqueroso que empiezo a tener arcadas. Lo mejor será pagarle a alguien para que lo haga.

Escucho el ascensor sonar y Rachel, una preciosa mujer de unos 37 años se adentra con su hijo Thomas, un pequeño rubio que cuido cuando su madre necesita pasar tiempo con su amante, según fuentes cercanas, ósea los guardias chismosos y algunas vecinas que no tienen nada que hacer, lleva un año engañando a su marido.

— Hola querida, ¿puedes cuidar a Tommy hoy? — Me da dos besos en las mejillas mientras sostiene la mochila del pequeño de 6 años— Perdona que no avise antes pero tengo una sesión de fotos importante.

— Claro, nos divertiremos mucho ¿Verdad Tommy?— Y claro que lo haremos, después de todo tendré quien lave los platos.

El niño asiente mientras su madre se despide y me recuerda que me pagara al llegar, no es como que necesite el dinero pero nunca esta de más.

— Así que tom, ¿Quieres ganarte dinero y algunos dulces?— el pequeño asiente y me da una gran sonrisa con la mención de los dulces — Bueno, solo tienes que bañar los platitos que están en la cocina, será muy divertido y rápido.

Tomo la mano del pequeño y con la otra arrastro una silla para que pueda alcanzar el lavabo.

— Bien, vamos a dejarte aquí un rato — lo pongo en la silla y le remango su camisa para que no se moje de más — ¿Sabes como lavar platos? — Le pregunto y cuando esta a punto de responder una voz chillona lo interrumpe.

— ¡Hola, hola! — Jessy aparece con un montón de comida mientras Camille carga un pequeño perrito blanco con manchas de color cafe.

— Que rayos, ¿Por que se ve como si el niño estuviera a punto de lavar tus platos? — se acerca a Tommy y lo carga mientras me acecina con la mirada.

— Estaba lavando sus manos, no los platos, ¿Que clase de persona piensas que soy? — Trato de hacer mi mejor cara dolida y ella frunce más las cejas, Genial, ahora tendré que lavar los platos yo.

— Bueno, eso es lo que menos importa ahora, duerman al bebé que tengo que contarles los detalles calientes de ayer — Hago una cara de asco y Camille la ignora mientras deja a Tom jugar con el perro.

— En primera, eso es asqueroso, recuerda que sigue siendo mi maestro y en segunda ¿Alguien me puede decir que hace ese perro aquí?.

— Es para ti, shawnie lo rescato pero mi papá dice que ella aún es una adolescente irresponsable.

— Tu papá es caliente — Jessy la apunta con el dedo mientras Camille hace una cara de asco.

— Quiero comer — El pequeño Tommy alza sus bracitos y Jessy lo toma para sentarlo en sus piernas.

— Tal vez debas practicar con el niño si los rumores del profesor son ciertos — En cuanto esas palabras salen de mi boca me arrepiento al instante.

—¿Que rumores? — pregunta y Camille niega con la cabeza.

— Nada importante, Mejor cuéntanos cuando regresa tu hermano — Trato de cambiar el tema.

— ¡Joder Kelsey!, dime que están diciendo de Adam — Frunce el ceño mientras se levanta y deja a Tommy en la silla mientras come.

—Escuche a la maestra de química hablar sobre que al fin el maestro Frederick iba a tener un bebé con su esposa. — Jessy abre los ojos como plato mientras niega.

— Jessy, sabíamos que esto tenia que pasar tarde o temprano, es un hombre comprometido y tu lo sabias.

— Ayer me llevo a cenar a las afueras de la ciudad, me dijo que los papeles del divorcio estaban siendo tramitados ¡Joder!, el me dijo que me amaba — Jessy parece estar en shock, Camille se acerca a ella y la abraza.

—Lo siento chicas pero tengo que arreglar esto, las veo más al rato, les enviare la dirección del lugar en cuanto pueda. — No nos da tiempo de replicar cuando Jessy sale corriendo.

— ¿Crees que deberíamos preocuparnos?— Pregunto.

— No quiero parecer una bruja pero ambas sabemos que el manipula a Jessy a su antojo, si ella regresa y me dice que lo perdono entonces si tenemos que preocuparnos.

Después de que Rachel vino por Tommy, Jessy nos mando la dirección a la que debíamos ir, según ella se encontraba bien y ya nos contaría en persona lo que paso, puede que sea una hipócrita al desear que termine con Adam cuando yo fui la primera que la apoyo en su amorío con el, claro, en ese entonces creí que solo serian algunos encuentros y hasta ahí pero todo se complico cuando a los 4 meses nos contó que seguían juntos y que lo amaba.

Una hora después y nos encontramos enfrente de un edificio muy lujoso, y por la cara de sorpresa de Camille se que ella lo conoce.

— No puedo entrar ahí — Niega y me mira con suplica — ¡Es el edificio de Joan!

—¿Quién es Joan?— Pregunto y Camille enarca una ceja mientras hace movimientos extraños con su mano.

— Joan es el amor de mi vida, esta conmigo en literatura avanzada.

— Claro, el chico del que hablas todo el tiempo. — Me bajo del carro y ella me imita.

— No es como que hable todo el tiempo de el — rueda sus ojos— pero no quiero entrar, ¿Que tal y me ve con estas fachas? — inspecciono su ropa y ahora yo soy la que ruedo los ojos.

— Estas preciosa, deja el drama — Le mando un mensaje a Jessy para que baje por nosotras.

— Claro, como tu no eres la que viene con una playera de la Nasa y jeans.

Jessy me avisa que el dueño del departamento a dado indicaciones de que nos dejen pasar así que arrastro a Camille hasta la entrada en donde el guardia nos hace pasar al ascensor mientras ella sigue quejándose.

— Te juro que si uno de los amigos que dijo Jessy es mi Joan la mato.

— No creo, ella sabe tu enamoramiento, no seria tan perra. — Nos quedamos viendo y cuando el ascensor abre sus puertas Camille inhala como si estuviera a punto de enfrentarse al mayor reto de su vida. Toco la puerta y cuando se abre me atraganto con mi propia saliva. Esto no puede estar pasándome a mi.  

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