- En tus sueños.- digo entre carcajadas, ¿enserio pensaba que saldría con él?
- Vamos Katherine, no hablo de una cita. Hay una fiesta a la que me invitaron, te lo dije por cortesía.- dijo haciéndome sentir algo ridícula, pero no lo suficiente como para no contraatacar.
- No sabía que eras cortes.
- Solo te pido que no esperes ansiosa a que vuelva, regresaré tarde.
- Que bueno que lo mencionas, porque pensaba en sentarme al lado de la puerta y recibirte con un beso de amor verdadero a tu llegada.
- Ahora la ruda Miller tiene sentido del humor, ¿qué sigue? ¿ya te enamoraste de un fuckboy que destrozará tu corazón?.- responde ante mi comentario y contengo las ganas de reírme. Mi relación con Matthew era algo que aun no sabia como describir, lo que era seguro es que siempre nos llevaríamos la contraria.
Llegamos al departamento y el no tardo mucho en irse, pero antes ya había pedido algo de comida así que mientras comí termine de leer algunos libros para ponerme al día con mis materias, que aunque era el primer día apenas, quería estar adelantada lo más posible y al nivel de mis otros compañeros.
Después de un rato, simplemente me aburrí; decidí buscar algo entretenido que hacer y encendí el televisor, estuve por varias horas mirando programas. Apenas y recordaba cómo se usaba, en mi vida había aprendido a encenderlo por mi misma, aunque después de intentar con varios botones lo logré. Era de noche, y Matthew no llegaría pronto, me gustaba estar sola, pero en este momento quería compartir mis nuevos conocimientos con alguien más.
- ¿Sarah?.- digo al teléfono. Bendito sea que el departamento tenía uno.
- ¿Quién habla?
- ¿No quisieras venir al departamento y hacerte un tal "house tour"?.- le hago la propuesta algo confundida por no saber mucho de lo que estoy hablando,
- Parece que ya estuviste descubriendo el mundo de videos qué hay en redes sociales.- dice entre risas y prosigue.- Lo siento Katy, me encantaría ir contigo, pero me han invitado a una fiesta en casa de uno de los chicos en la universidad, al parecer es algo como fiesta de bienvenida y no podemos negar que los chicos están guapísimos.- dice y mi emoción desvanece un poco, pero ella se escuchaba feliz al respecto.
- Esta bien, será otro día, que te diviertas.- digo terminando la llamada. En algún momento pensé en suplicarle un poco más para que viniera y platicar de cómo había sido el día de ambas, pero sabía que para ella era algo muy importante socializar y llevarse bien con todos, así que lo dejé pasar.
Me di por vencida en buscar actividades por hacer y decidí recostarme, la cama era muy cómoda y tenía que aprovecharla al máximo.
Aún tenía algunas cosas sin desempacar pero no me apetecía nada empezar a organizar ahora, aunque había una cosa que sobresalía por una de las pequeñas cajas que traje. Era un pequeño destello, me levanté a tomarlo para observar mejor lo que era.
El collar de mi madre, estaba conmigo desde pequeña y recordaba muy bien que era de ella, solía decir que el dije de la K era por su nombre pero que también sería por el mío, para algún día heredármelo. Jamás creyó que me lo daría tan joven. Pensar en esas cosas me ponía triste, y era inevitable no querer llorar de tan solo pensarlo, pero de alguna forma eso me hizo más fuerte y en un par de años las lágrimas dejaron de salir.
Por mi cabeza me cruzaban tres ideas en este momento, la primera era quedarme acostada como ahora y dormirme temprano aunque eso me costaría porque no estoy acostumbrada a dormir a esta hora, la segunda idea era salir a correr como siempre, pero no me sentía con los ánimos o con la fuerza y la última y tal vez la más loca era salir de aquí, tal vez ir a la fiesta donde estaría Matthew o dónde Sarah. Aunque si elegía esa opción no sabría que ponerme y tendría que arreglarme un poco, esto de parecer que soy de pueblo en una ciudad cómo está no me quedaba muy bien.
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MILITAR
Teen FictionKatherine Miller. Huérfana. Criada en una academia militar, ahora con la mayoría de edad decide abandonarla para empezar una nueva vida afuera de esta. Donde no conoce nada del exterior, y donde podrá escapar de su realidad, o al menos eso es lo que...