Capítulo 5

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El día paso bastante rápido, habían pasado ya las primeras tres horas de clase y era momento de tomar un descanso y desayunar en la cafetería. Para comer me limitaba a una botella de agua y aún emparedado, ya que ese era mi presupuesto. Tal vez si contará con un ingreso extra podría gastármelo en una buena merienda, de algún otro puesto en la cafetería.

Estaba dispuesta a conseguir un empleo y de ir a buscarlo hoy mismo de ser necesario, necesitaba depender de mi misma y no de mi beca o de Matthew, sería vergonzoso tener que pedirle dinero alguna vez para comprar mis bragas, esa situación jamás la permitiría.

Hice algunas de mis primeras tareas mientras comía, para algunas de ellas necesitaba investigación. Aquí la mayoría cargaba un portátil o hasta en su mismo celular, yo tendría que recurrir a libros viejos y empolvados, pero que más da.

Saque mi croquis de algún lugar perdido en mi mochila y busque la biblioteca que incluía las computadoras también. Afortunadamente mi tipo de beca me permitía sacar  tres libros por semana y una hora diaria en las salas de cómputo; solo necesitaba mi tarjeta de acceso y listo.

La tarea tenía que ver con algo de logística, así que después de preguntarle a la señora que parecía la bibliotecaria encontré el pasillo dedicado a esto. Afortunadamente el profesor ya había dejado algunos títulos que nos recomendaba, y encontré dos de los cuatro; probablemente los otros lo habrían ocupado otros de mi clase.

Tras tener el libro ya, voy directo hacia las computadoras para sacar más información e imprimirla.

Atrás del escritorio donde estaba pude escuchar las voces que me habían perseguido toda la semana, las amigas de Adam. Aquella rubia que me había gritado y que había subido con el en su coche y su secuaz pelirroja.

- Dios mío Allison, mira sus zapatos. Parece que los compro en la primavera-verano de 1940, muy anticuados.- comenta la pelirroja.

- Concéntrate en buscar el libro que necesito Liz.- suelta Allison.

- ¿Porqué tienes que andar buscando las cosas de Adam? ¿No te hará caso si te comportas como su sirvienta?

- Es un simple libro, ¿si?. Déjame en paz si no me piensas ayudar a encontrarlo más rápido para por fin irnos de aquí.

- Cómo sea.- dice la pelirroja con nombre de Liz, y empiezan a buscar entre los pasillos detrás de mi.

No me incumbía lo que decían, pero al parecer te enterabas de cosas interesantes haciendo simplemente la tarea en biblioteca. Deseaba contarle a Sarah mis hallazgos.

Salí de ahí, pero de nuevo no pude evitar hacer mis pasos más lentos para escuchar lo que sucedía atrás de mi.

- ¿Acaso eres estúpida?.- la cuestiona con cierto enojo e incrédulo.- No me importa si no estás aquí todo el tiempo, revisa las malditas cámaras y dime dónde está ese libro.- dijo Allison.

- Pero yo no tengo autoridad para hacer eso, tan solo trabajo aquí ordenando y ayudándole a la Sra. Gómez.- comenta la chica, parecía que ayudaba a la bibliotecaria.

- No nos hagas perder más nuestro tiempo.- esta vez dice Liz.

- Díganme el nombre del libro y buscare quien se lo llevo.

- Lógica según Langford de Chris Langford.- dijo Allison y al instante la chica busco en su computadora lo que parecía el registro de los libros.

- Se lo acaban de llevar hace veinte minutos.

- Mierda Liz, hubiéramos llegado antes si no estuvieras creyéndote gurú de moda todo el día.- le soltó a su secuaz.- ¿Quién diablos lo tiene?

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