En la oscuridad© [editando 2024]

Capítulo 11: Camino peligroso.

En este mundo solo podías hacer dos cosas, una es luchar por tu vida mientras la otra era abandonarla para que fuera tomada por otro, es decir, la muerte.

La vida era difícil en ese tiempo, no existía tal cosa como el amor, la familia o la amistad solo importaba sobrevivir a la situación. Lamentablemente yo estuve ahí y actúe de una manera que nadie conoció o al menos solo uno conoce ese pasado tan doloroso.

—¿Que pasa Sonic, ahora te unirás a mí? —cuestionó sin remordimiento.

Solo pude mirarlo con despreció y odio. -—No volveré a ser como tú, ¡Ya no!

—Ya verás que sí...—susurró.

Tan pronto como me soltó comenzó una gran batalla, Mephiles no era tan rápido como yo, pero de algún modo en ocasiones impide que un golpe lo alcancé.

Al correr rápido logré darle un spin dash, pero no es suficiente por lo que este en un instante aparece por encima de mi dándome un fuerte golpe atravesando el suelo antes de que pudiera darme otro me levante y actúe con otro spin dash, sin embargo, esta vez lanzó una bola oscura sobre mí la cual no provocó nada hasta que le di otro golpe a Mephiles.

Mis brazos se oscurecían perdía la vista, tuve un gran mareó hasta que terminé de rodillas en el suelo el aura empezaba a surgir y una gran apuñalada es lo que sentía en mi corazón...

Con el poco control que tenía lancé un gran ataque contra él, incluso en su pecho había una gran marca de aquel golpe. Este me observo de una manera que ni yo puedo describir, yo solo tenía mi mano sobre mi pecho intentando resistir el sofocó. Mephiles no hizo otra cosa más que desaparecer mientras Eggman estaba totalmente impactado; pero igual que su cómplice se marchó.

Lentamente me levante volviendo a la normalidad, Tails corrió en dirección a mi diciendo:
—Eso fue increíble Sonic, ¿Te encuentras bien? —cuestiono al notar que tenía la mirada pérdida y gobernaba un silencio profundo.

—Tranquilo amigo, estoy bien—Sonreí.

Las personas solo me observaban extrañamente unas pocas aplaudían el acto que acaban de presenciar y así de una en una la multitud aplaudió más fuerte. Por desgracia la policía venía en camino por mí.

Sonreí a las personas: —Nos veremos más tarde Tails— me despedí.

Salí de ahí corriendo a gran velocidad, recordando lo increíble que es correr a esta velocidad la libertad y la brisa del viento, sin pensarlo llegué a un lugar bastante conocido y sin darme cuenta ahí se encontraba una persona especial... —Amy— miraba el atardecer.

Cuando me miró su sonrisa volvió a su hermoso rostro y corrió tan pronto como pudo a mi pecho como si buscará refugio, extendiendo sus brazos. Pude sentir como sus lágrimas tocaban mi piel, me sorprendió volver a ver a Amy llorar y por mi culpa...