Capítulo 4

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Simples mensajitos entre Ivan y Lovi y sentimientos confusos de Lovi, poco más. El siguiente prometo que será más intenso, pues ya estarán los dos reunidos de nuevo.

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Los días pasaban, y con ellos, el tiempo. Tiempo en que Lovi no recibía ningún mensaje de Ivan. Tampoco es que lo esperase, pero realmente, muy en el fondo, quería, deseaba, que Ivan le mandase un mensaje.

Uno de estos ya mencionados días, Lovi decidió salir a echar el currículum por algunos locales. Ya no le importaba el tipo de trabajo, e intentaría adecuarse a todo lo que le saliese. Lo echó en tiendas, en oficinas, e incluso para ejercer de recepcionista en algún hotel u hospital. Nada de esto resultó. Pasaban las semanas y nadie le llamaba, o le enviaba un mensaje. Debido a esto, Lovi ni siquiera salía de la cama. Solo para comer y asearse, aunque a veces, muy a veces, salía con su abuelo y su, ahora sí oficialmente, novio a dar una vuelta.

Ya había pasado un mes desde la última vez que vio a Ivan, y fue entonces cuando, una mañana como cualquier otra, sin nada especial, recibió el siguiente mensaje:

"Ciao Lovi!!!!!! He estado intentando contactar contigo durante todo este mes, pero al parecer, apunté tu número mal en el móvil... Pensé que me ignorabas así que dejé de enviarte mensajes, pero hoy me he dado cuenta de que es totalmente mi culpa. Y me gustaría disculparme...es decir, no es como si tuvieras que contestar o sentirte obligado a algo o lo que sea...bueno...si quieres, y tienes algo de tiempo libre, podrías pasarte por mi casa a la hora que quieras. Te hago de comer o de cenar como agradecimiento por el tour. ¡O incluso podemos salir fuera a cenar! Lo que prefieras. Ah, sí. Avísame si vas a venir, ¿Vale? Te adjunto la dirección"

Junto con esta extensa explicación, adjuntó la ubicación de su domilicio y, por último, el emoji de un corazón latiendo, bien grande.

Una verdadera sorpresa fue la que Lovi se llevó al despertarse y ver mensaje de tal tamaño, con un contenido incluso más agradable que su tamaño. O sea que el ruso no se había olvidado de él...Vaya, qué raro. Pero solo era caso, de nuevo.

Se lo pensó varias horas antes de contestarle. Su mensaje, obviamente, no fue tan largo. Él no era ni de cerca tan expresivo, y de todas maneras, tampoco tenía mucho que decir:

"No te preocupes, no pasa nada. Me paso mañana a comer si te va bien, ciao."

Y, de nuevo obviamente, él no adjuntó ningún emoji. Eso eran cosas que sinceramente, no le iban. Recibió una respuesta casi al instante, se veía que el ruso estaba casualmente en línea cuando el chico decidió responder.

"Fantástico!!!!!!!!! Ya tengo muchísimas ganas, te he echado de menos!!!"

Y de nuevo, otro corazón. Pero el corazón más importante en este caso no es el emoji que mandó Ivan, sino el vuelco que había dado el corazón del italiano al leer la última parte del mensaje. ¿Le había echado de menos...? Nadie, y cuando digo nadie es nadie, le había dicho eso jamás. Nadie le echaba de menos, nadie esperaba ansioso volverle a ver, eso eran cosas que el italiano no pensaba que mereciese. Sin embargo este chico le había dicho que le echaba de menos. Eso eran palabras muy fuertes, así que decidió responderle.

"Eh, eso son palabras muy fuertes"

Qué le vamos a hacer, no se le ocurrió decir otra cosa. Era un chico sin demasiadas ideas. Y de nuevo, como si Ivan viviese por y para él, recibió un mensaje suyo al instante.

"Pero es verdad!!! Hacía tiempo que no me sentía tan sumamente cómodo estando a solas un rato con una persona!!! Encima eres super amable!! ^J^"

Cuánto énfasis le pone este chico a las cosas, fue lo primero que pensó nuestro protagonista. Cuántos emojis, fue lo segundo que se le vino a la cabeza. Y menuda la decepción que se iba a llevar al pasar otro rato a solas con él, fue la tercera.

En serio, había estado amable esa vez porque le estaba enseñando cosas que le gustaba, cosas de las que sabía. Y porque le iba a pagar, claro.

Pero sabía que negárselo no iba a llevar a nada, así que simplemente decidió asentir y dejar que la corriente hiciese de las suyas.

"Como digas, nos vemos mañana"

Dejó el móvil a un lado tras recibir un, de nuevo, animado emoji del corazón de Ivan. Mierda, era un chico muy dulce al fin y al cabo.

Quizá ese hombre podía llenar el vacío hueco de su corazón, empezó entonces a pensar. Quizá el cariño y el caso eran, en realidad, amor. Le hubiese gustado mucho que esta posibilidad fuese la correcta.

Bloody Mary (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora