[ Nightmare ]

EPÍLOGO

"La historia de la familia Choi se escribió por años, desde los antepasados de YunKyum, luego de la mano de MinHo, luego por la de TaeHo y posteriormente por los hijos de él, hasta los nuevos días del futuro, donde el encuentro entre descendientes de otras castas y especies, se llevaría a cabo en un lugar donde el tiempo y el espacio no se mezclaban..."

La luz de la luna, entraba a sus anchas por la ventana de la habitación. Las cortinas estaban abiertas de par en par, la noche iluminando toda la habitación. En medio de ésta, en la cama, un cuerpo dormía plácidamente, las sábanas moviéndose con el movimiento de su respiración.

A lo lejos, en la noche, un búho ululó, los árboles bailaron con la brisa del viento, que trajo consigo, el aroma de algo que no debía estar ahí, algo que no pertenecía a esos dominios.

El clan Nightmare se había extendido en el transcurso de los años y crecido próspero, tal como se había predicho. La descendencia de TaeHo con JinKyong fue tan extensa, como los hijos que JinRi y JinKi tuvieron. A los veinte años, la única descendiente de los Choi, tuvo igual partes de hijos vampiros, como hombres lobo. Sin precedente alguno, todos sus hijos fueron especies puras; o eran vampiros de sangre noble o eran lobos; su genética no mezcló ambas especies, por lo que sus hijos y los hijos de éstos, fueron de sangre pura, al igual que los demás descendientes.

JinRi fue nombrada Reina del Aquelarre Madlen y Matriarca del clan Nightmare, y luego fue la líder de los ancianos del consejo de ambas castas. De la misma manera, los descendientes de TaeHo, único hijo de MinHo y TaeMin, tuvieron una importancia sin igual. Todos nacieron híbridos, sus sangres mezclando las tres especies: lobo, vampiro y felino.

Cada descendiente se unió a su pareja destinada, siéndoles otorgadas bienaventuranzas en conjunto como un regalo del clan, así como del aquelarre. Dieron dominancia en ambos territorios; líderes lobo, obtuvieron su parte de terreno en zonas que hace años, solo pertenecía a los vampiros y viceversa. De esta manera, se expandieron en pueblos, ciudades y zonas que nunca antes habían visto a cambia formas. Así, el clan Nightmare y el aquelarre Madlen, tuvo presencia en todos los extremos del país; desde el norte al sur y desde el oriente hacia el poniente.

Ellos eran, actualmente, la segunda generación en habitar aquel lugar. Habían llegado hace pocos años atrás, asentándose en Busán, cerca de las costas del país y en medio de los humanos que ignoraban su presencia. TaeYong, su padre, hijo de TaeHo, había llegado a dicho sitio de la mano de su esposa, una loba del clan Nightmare. Ahí, armaron su hogar, dedicándose a vivir de la pesca y el comercio. Su descendencia no tardó en llegar, hasta que la muerte de su líder en un naufragio, adelantó el momento en que tuvo que asumir el rol de líder de la manada.

El silencio de la noche era inusual.

Vivían cerca del mar, a una distancia en donde el oleaje se podía oír sin perturbar el sueño, pero en una zona alta, del otro lado de un bosque que rodeaba la ciudad. Aquel silencio, comenzó a incomodarle en su dormir. Se removió hacia un costado, su rostro girándose hacia la ventana. Sus fosas nasales aletearon inconscientemente, a lo lejos, podía sentir el olor a la sal y el aroma de los pinos.

Y, entonces, lo percibió.

Abrió los ojos de golpe, sus pupilas mirando al techo mientras olfateaba de nuevo. Nuevamente le olfateó, estaba ahí, tenía la certeza de aquello, era un aroma que apenas sentiría un lobo común, pero incluso así, se mezclaba con el entorno y la suave brisa que entraba rebelde por los cierres de la ventana y se lo llevó a su habitación, despertándole de su dormir.