Voy tarde, voy tarde, voy muy tarde.
Casi corro por los pasillos de la universidad, voy realmente tarde y eso no es algo a lo cual estoy acostumbrada, siempre soy muy puntual es una de las cosas en las que me destaco.
No es nada convencional en mi el llegar ni siquiera un minuto tarde, pero hoy en mi primer día de universidad estoy llegando treinta minutos tarde, ¡TREINTA!, eso ni siquiera es elegantemente tarde.
No es que yo lo planeara o que de repente mis costumbres bien arraigadas se desvanecieran, es solo que anoche estuve repasando el horario, organizando mis cuentas, escogiendo mi ropa, acomodando útiles, y estudiando para no perder la costumbre. Pero a la hora de dormir olvidé cargar mi celular y por ende éste estuvo apagado y la alarma no sonó.
Para colmo de males, mi madre, muy preocupada porque no atendía sus llamadas, me hizo una visita inesperada justo cuando yo estaba de salida.
Le dije que estaba bien y que si quería podia quedarse un rato más en el apartamento pero ella insistió en que era de mala educación no ofrecerle una taza de café. Por lo que prepare su café al maximo de velocidad y me despedí de ella.
Subí al auto y conduje rápidamente pero a la mitad del camino recordé que había dejado todos mis útiles en el apartamento por lo que tuve que regresar, aún así estaba a tiempo de llegar si me daba prisa.
Recogí las cosas y baje rápidamente, pero ¡vaya suerte la mía el día de hoy!. Un tipo en skate casi me arrolla y eso no fue todo llevaba en sus manos un panquecito de chocolate que termino siendo el adorno perfecto en mi camiseta blanca impecable.
-Joder chica, perdona maldición no fue mi intención, si te sirve de algo esa camiseta te queda como la miérda de buena.
Dicho esto se marchó.
Subí corriendo a cambiarme la camiseta y una vez hecho esto partí hacía mi facultad.
Pero el tráfico no me ayudo para nada.
En el camino iba repitiendome una y otra vez. "Elineth no maldigas, no hagas caso a las maldiciones, no palabrotas, eres mas inteligente que eso, eres sumamente educada, te distingues por ser elegante y una buena niña, diecinueve años de buena reputación no se deben perder, sé siempre educada".
Al final llegue con treinta minutos de atraso y aquí estoy frente a la puerta de mi primera clase esperando a que me permitan entrar.
-Adelante señorita, tome asiento.
Hago lo que el profesor me pide y solo cuando estoy por fin sentada es que puedo respirar con normalidad.
Elegí como carrera Trabajo Social porque amo trabajar con niños y además siento que puedo contribuir a alegrarlos y crear una consciencia buena en cada uno de ellos, en mis manos estaría su destino y me voy a esforzar, como siempre, en ser la mejor en esto.
El profesor comienza con su explicación y yo tomo nota de cuanta cosa me parece importante.
Mi absoluta concentración esta en retener una información valiosa que acaba de dar el profesor, cuando algo como una bola de papel impacta contra mi cabello. Miro el trayenco que hace desde la mesa hasta el suelo.
Siento la tentación de recogerlo, pero necesito terminar de escribir lo que el profesor esta dictando.
Asi que hago uso de mi fuerza de voluntad e ignoro el trozo de papel y continúo con mi actividad.
Cuando he terminado de escribir, me permito recoger el papel, el cual aparentemente es una nota.
No puedo quejarme, la blanca te quedaba genial, pero jodida miérda si esa no hace que tus tetas se vean mejor, siento haber impactado mi puto panquisito en tu camisa, pero oye, te hice un favor y te puse un apodo.
Nos vemos, panquesito.Miro en la dirección de donde vino la nota y veo al gracioso del Skate que fue partícipe de uno de los sucesos que me hicieron llegar tarde.
Mejora tu caligrafía, ortografía y tu vocabulario, no maldigas tanto, boca sucia, y no me llames panquecito.
Escribo rápidamente y le lanzo el papel al tiempo en que la campana suena anunciando el final de la clase.
Recojo mis cosas y después de disculparme con el profesor y asegurar que no volvere a llegar tarde salgo de allí directo a mi segunda clase del día.
Recuerdo la nota del chico del Skate y nuevamente me digo "No maldigas las chicas buenas y educadas no maldicen".
∽∽∽
Besos de café y nutella.
TS♡
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"Los chicos buenos no maldicen"
Teen FictionDamien Cooper es un chico tierno pero algo engreído, esta bastante consciente de su atractivo físico y sabe usarlo a la hora de conquistar a una chica ¿su mayor problema? un repertorio con un sin fín de maldiciones y palabrotas. Elineth Ryan es una...