Deseos Encontrados ▲

Capítulo 28: "Casamiento Parte 1"

(Sábado, 7 am)

*Punto de vista Damien*

+Anoche la habíamos pasado bomba, tomé como loco y creo que los chicos se aprovecharon de mi estado para sacarme fotos y dibujarme cosas en la cara.

Una de las cosas que no me olvido más, es la chica que entró minutos después a la casa de Will mientras yo iba por mi tercera copa de whisky. Parece algo loco, pero esa mina fue contratada para darme "placer sexual" antes de que deje de ser un hombre soltero.+

Damien: -Yendo por segunda vez al baño- Creo que algo me hizo mal.

William: ¿Algo como qué? Si te tomaste hasta la vida.

Damien: No sé, pero creo que voy a necesitar algo para la cabeza.

William: Para eso están los amigos. –Va al baño y me trae un vaso de agua con una pastilla chiquita pero poderosa-

Damien: Gracias. –Me levanto a dejar el vaso y vuelvo a acostarme en la cama- ¿Qué hora es?

William: Son las siete. Quedan aún tres horas para arrepentirte. –Levanta las cejas-

Damien: Ni loco, la amo mucho. Pero espero que la pastilla haga efecto, porque tengo más ganas de quedarme durmiendo que de ir.

William: Hermano, ¡Te casas! -Aplaude- Estoy muy feliz por eso.

Damien: Gracias genio, después viene el tuyo... -Lo miré y sonreí-

William: ¡Ni loco! Espera nomás. Ya va a aparecer... -Se tapa la cara-

Damien: Es muy lindo, mañana si querés te llamo y te cuento bien. –Me río y le sonrió-

William: En fin, voy a llamarla a Tara a ver si están despiertas. Me dijo que le avise por si se quedaba dormida.

Damien: Ve tranquilo, yo voy a intentar cerrar los ojos un poco.

*Llamada*

William: ¿Todo bien por allá?

Tara: Hola amor, sí. Ahora se está cambiando y la estoy acompañando a la peluquería. De ahí vamos para su depto. Y ya estaríamos yendo a la iglesia.

William: Bueno, él está descansando un poco y un poco antes de las diez lo llevo.

Tara: Bueno, suerte. -Corta-

Damien: ¿Todo bien?

William: Todo bien.

+Las horas se pasaron tranquilas, y sin darme cuenta ya era hora de prepararme para ir a la iglesia. Tenía los nervios en punta y unas ganas tremendas de que todo ya pasé y poder tenerla conmigo. Will me ayudó a ponerme la corbata y el traje; mientras que el pantalón y los zapatos me los puse tranquilo y pensando en las cosas que le voy a decir. Que la amaba... Que la deseaba... Muchas cosas, muchas palabras que nunca le dije y por fin tenía ese momento.+

William: ¿Ahora estás nervioso?

Damien: Más o menos. O sea nervioso no porque sé que todo saldrá bien; sino que es como una mezcla entre la sorpresa y terribles ganas de quedarme encerrado en el depto. -Río-

William: Es como te dije yo... Todo estará bien. Se aman, se quieren y sé que ambos se desean. -Comenta- Con eso, ya estás en plan de tenerla.

Damien: Lo decís con tanta facilidad. -Río- Bueno, creo que ya estoy.

William: Quedan veinte minutos para las diez... -Busca su saco y termina de peinarse-

Damien: Estoy listo. –Asentí con miedo- ¡Qué bueno que sos el testigo!