{Un corazón que se ha quebrado, se está manteniendo bajo la máscara.}
Mientras en Wonderland algo raro está pasando -más raro de lo habitual- los habitantes de aquel país necesitan la ayuda de los wonderlandianos en StoryBrooke, pero para Kira sus p...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Kira
– No, no creo que el rosa le quede bien.– dijo Grace con su vista clavada en una revista de moda. Estábamos caminando hacia su casa, como ya teníamos acostumbrado.
Les cuento, han pasado unas cuantas semanas desde la penosa (aunque solo para mí) fiesta de cumpleaños de EL y pues, no ha pasado nada fuera de lo normal; he empezado a juntarme con Grace y también he conocido a más chicos de mi edad en la escuela, como a los hermanos Zimmer, Ava y Nicholas. También, Violet ha entrado a la escuela otra vez, y pues no nos llevamos muy bien. Y creo que eso es todo, ¡ah, cierto! A Gina se le nota más su abultado vientre.
– Grey... El baile de graduación es en dos meses, no tienes que preocuparte por el vestido que vas a usar en este mismo instante. Además no están importante, te verás bien de todas formas.– le dije. Ella me miro ofendida y paró en seco.
–¡Claro que es importante, Marie! Imagínate, llegar al baile de graduación con un vestido que no combine con tu piel y las luces o que otra chica tenga el mismo vestido que tú, ¡Sería lo peor!.– Exclamó con los brazos al aire. Exagerada... Pensé. ¿Por qué tanto drama por lo que vallas a usar en una fiesta? Ok, entiendo su preocupación pero no es para tanto.
Me llego una gran idea para molestarla.
–¿Por qué tanto interés? ¿Hay alguien a quién quieres impresionar?.– le sonreí de forma pícara y alce una ceja. Comenzó a jugar con sus manos y balbucear algunas incoherencias.
– ¡No! ¿D-de que estás ha-hablando? ¡C-cl-clar-claro que... ni si-siquiera lo pienses!.– Dijo más roja que un tomate. Yo explote a carcajadas, si, había un chico. Le había visto espiar a un muchacho rubio y de ojos grisáceos.
– Si, lo que digas. Pero yo lo sé todo y Lucas Foster no es la excepción.– le guiñe. Si antes estaba como un tomate, ahora estaba que estallaba. Seguí riendo a carcajadas.
– Buena esa, Pequeña Graciosa. ¿Y tú qué?.– me preguntó mientras retomamos el camino hacia su casa. Yo le miré extraño.
– ¿Qué yo qué? ¿A qué te refieres?.– Ella rodó los ojos.
– Quiero decir que si no hay nadie que te gusta o si estas enamorada de alguien. Yo tengo una persona en específico.– Entendí la referencia. Yo pare de caminar. ¿Qué responder? ¿Como decirle? Si yo misma no se que es lo que siento. Cuando llegue aquí, creí ver a EL como un amigo más, pero ahora...
– No lo sé, enserio, que no lo sé.
– ¿Y quién lo sabe?.– me preguntó. Yo me encogí de hombros.
– Quizá el té y galletas de chocolate me ayuden a pensar.– Dije. Las dos nos miramos para después reír a carcajadas y retomar nuestro camino.
– Aquí dice que la negación es el primer paso... Solo por si acaso.– me guiñó un ojo.