Capitulo 3/14

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Narrador Omnisciente

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Narrador Omnisciente

El abrumador sonido del silencio la estaba hartando, ¿Donde estaba el Doctor Whale?. Ya llevaban 45 minutos esperando en la sala de espera del hospital y nada de respuesta sobre la chica. En resumen, momentos después de que ella y Robin hubieran dado las buenas noches a Roland, escucharon un gran estruendo en la habitación de al lado donde se encontraba Kira, y esta estaba inconsciente; no dudaron en llevarla al hospital.
Se levantó de un salto, junto a Robin, cuando observaron al doctor Whale en frente de ellos.

– ¿Como está?.– se apresuró Robin, el también estaba nervioso; le había tomado cariño a la chica.

– Estable, la verdad. Sufrió un colapse, nada peligroso pero por ahora la tendremos en observación.– dijo Whale escribiendo algo en su libreta. En ese momento, Regina soltó un gran suspiro de alivio.

– ¿Podemos verla?.– Preguntó.

– Claro, habitación 121.– dijo y se dirigió a la dirección contraria a ellos.

Sin decir nada, la pareja se dirigió a la habitación de la chica. Regina paro enfrente de la puerta, un mal presentimiento azotó su pecho. Al notar esto, Robin apretó el agarre de sus manos, animándola a entrar. Ella reposaba sobre la cama y conectada a algunos aparatos pero se veía en calma, su respiración era tranquila y a simple vista solo estaba dormida, pero Regina no estaba segura de que eso era todo.
Afuera una tormenta de nieve comenzaba y por la ventana alguien observaba la pareja que recién ingresaba a la habitación de la muchacha. Sonrío. Regina Mills y Robin Hood-Locksley fueron los primeros que encontró, pero ¿Quién era la chica de cabello multicolor?, lo que tenía entendido era que ellos solo tenían dos hijos y bueno, al parecer otro en camino pero ¿una chica?, eso si no lo sabía.
Bueno, luego se lo preguntaría a sus tíos; mientras tanto se concentró en la muchacha, muy linda a decir verdad, demasiado que hasta se comparaba a un ángel. ¡Alto! ¿Qué cosas estaba pensando?, debía enfocarse en su misión, no tenía tiempo que perder.
Sin más, se disipo en un torbellino de nieve azulada.

Kira recién abría sus ojos con pesar, ¿Cuánto había dormido? Pues, se sentía como si de un sueño de mil años se hubiese tratado. Se sobresaltó cuando sintió un gran peso sobre su abdomen que le saco el aliento y unos rulos castaños sobresalientes.
     – ¡Roland!.– regañó Robin al pequeño castaño, quién bajó de la chica rápidamente arrepentido.
     – Lo siento, Kira.– La nombrada se sentó con algo de esfuerzo, pero con una sonrisa le contestó al niño:– No importa, ven aquí, enano.– El niño felizmente se arrojó a los brazos de Kira, a la que consideraba su hermana mayor. Más o menos todos los niños del pueblo o la mayoría de ellos, la amaban, en sentido fraternal; y los que más lo hacían eran Gideon y él, Kate y Neal; y también sospechaba de Henry.

La hija de Cheshire [OUAT] (Henry Mills) Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora