Todo empezó un trece de diciembre de hace quince años.
En una calle, no muy habitada de Londres, vivía la familia Stewart. A pesar de su pobreza intentaban sobrevivir, pero con lo que les venia en camino iba a ser imposible..
- Cariño..- el señor Frederick entro en el pequeño cobertizo donde la pareja vivía.- Traigo algo que te va a hacer muy feliz - el señor Frederick escondía algo detrás de su espalda.
- Frederick..- la señora Jammie se levantó de esa pequeña cama con esfuerzos mientras sujetaba su barriga ya de nueve meses.- Que traes?- esta se acomodó y frotó su barriga con sus manos.
- He conseguido pan.- mostró la pequeña barra de pan a la señora.
- Estupendo, damé.- pidío la señora. Después de que la señora degustara el pan con cuidado y el señor Frederick también comenzó una discusión muy importante.
-Querido, Lo he pensado y dejaremos el bebe en alguna familia donde puede ser cuidada.- se notaba la tristeza en su cara. El señor Frederick se impactó por la supuesta noticia pero no le dio mucha importancia porque según él todo esto es un error.
-Esta bien, si eso es lo que quieres..- dejo por terminado la conversación.
Pasaban los días, y cada vez eran más fríos y complicados. Pero quien iba a saber lo que ocurriría ese 25 de diciembre ''Día de Navidad''??
Ese mismo día la señora Jammie tuvó unas contracciones.
-Oh no..Frederick¡¡!!-chilló alterada.