CAPÍTULO 3

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Los chicos llegaron a la discoteca, eran las 10 de la noche y una gran cola de chicos y chicas doblaba la esquina. Les tocaba esperar a que pudiesen entrar.

- Nos toca esperar...-dijo Lidia.

- No vamos a esperar - dijo Cayetano

- ¿Y eso? - preguntaron todos.

- El dueño de esta discoteca es amigo de mis padres y seguro que nos dejan colarnos; mirad y aprended. Cayetano se acercó al segurata e intento convencerle. A los cinco minutos vieron como Cayetano les llamaba y se acercaron a el; pasaron la cinta y entraron en la discoteca.

- Eres un genio - Miriam le abrazó y le dio la mano.

No se oía otra cosa que música electrónica, una masa de chicos bailaban o estaban en la barra pidiendo copas.

- Voy a bailar, ¿alguien viene? - preguntó Adri.

Todos fueron a bailar menos Ana, se sentía fuera del grupo. Todos con pareja menos ella. Cogió su bolso y fue a la barra.

- Un chupito por favor. - se sentó en una silla y miró como el camarero lo preparaba.

- ¿Que hace una chica tan guapa como tu tan sola? - dijo una voz.

Un chico se sentó a su lado y la miró. Ana le miró; no estaba nada mal. Era rubio y estaba sonriendo: 'no está nada mal' pensó para sus adentros.

- Pidiendo un chupito.

- Otro para mi - dijo al camarero - Por cierto, soy Rubén. ¿Y tu princesa?

¿Lo había oído bien? ¿Se llamaba Rubén? ¡Era el nombre que quería poner a uno de sus hijos! Ese chico podría ser su principe azul...

- Ana - le sonrió

-¿No te animas a bailar?  -le pregunta Rubén.

-Si, pero si me acompañas-Dijo Ana coquetamente.

Se dirigieron hacia la pista de baile y se encontraron con los demás. De un momento a otro Rubén cogió a Ana de la mano y se pusieron a bailar.

-Mirar a Ana, ya ha encontrado ligue -dijo Lidia.

-Si - dijo Luis y rieron todos.

-Pues no está nada mal -Dijo Mariam, y Adri se le quedo mirando con cara de penita. - No seas tonto peque -le dijo.

Ana se acerca hacia nosotros y nos presenta a su nuevo amigo.

-Hola chicos,  mirar este es Rubén - dijo muy contenta.

Rubén les saludó animadamente. Se pusieron a bailar todos juntos.

La noche pasó rápido, todos bailaron hasta no poder más y se hicieron amigos de Rubén. De repente Rubén la preguntó:

- Ana, ¿puedo hablar contigo?

- Claro, ¿que pasa?

- ¿Sabías que eres la chica más guapa que he visto nunca?

- No me lo creo - Ana le sonrió.

- Pues no te lo creas, pero es la verdad - cada vez estaban más cerca, sentían la respiración uno del otro. - Te quiero.

Ana no pudo aguantar más, se abalanzó sobre el y le empezó a besar.

Todos los empezaron a mirar.

- Esta noche Ana pilla cacho - dijo Mariam.

Todos rieron.

- Mejor será que nos vayamos...- dijo Ana sonriendole.

- Ven - Rubén la cogió la mano y la subió a su moto.

Ana no sabia a donde la llevaba. Pero la daba igual. Estaba enamorada de Rubén. Fue amor a primera vista. Se agarro muy  fuerte a el,  no quería despegarse de el nunca, quería estar siempre a su lado, hasta cuando sean pasitas.

Llegaron a una casa muy suntuosa. Se bajaron de la moto y Ana se abalanzó sobre Rubén. El la cogió y la metió dentro de la casa. Llegaron al salón y Rubén la poso sobre el sofá sin despegar sus labios de los de ella.

- Te quiero. - dijo casi sin respiración.

- Y yo... - contestó.

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Un verano inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora