Flotadores y apuestas.

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Sus miradas se encuentran y, seguidamente, ambos la desvían para encontrar el flotador que está prácticamente en el centro de la piscina.

—No vamos a caber los dos, ¿lo sabes, verdad?— Empieza a hablar Sasuke, pero Naruto ya se ha tirado a la piscina. Pueden escuchar la charla de Sakura, Sai, Ino y Shikamaru de fondo, ajenos a Naruto y Sasuke.

—Ya verás que sí, teme. Es un flotador bastante grande. Y quiero ver si la foto de Instagram tiene razón.— A Sasuke nunca le gustó demasiado las redes sociales, eso estaba claro, pero esa que le había dado la absurda idea a Naruto -¿cogerían ambos en un flotador y podrían tomarse una bonito foto de pareja?- era la que más odiaría a partir de ahora. ¿Cómo dos personas piensan que eso es una buena idea?

—Es imposible.—Insiste, pero de igual manera se lanza a la piscina, porque Naruto tiene ese brillo en los ojos y esa sonrisa brillante y que destella felicidad en todas las direcciones, que Sasuke no puede decir que no.

—Además, estaremos muy juntitos.— Sasuke suspira y sigue nadando.

(...)

Ambos están frente al flotador con forma de rosquilla que Sakura había comprado hace menos de un mes, cuando habían decidido que todos irían a una casa rural por vacaciones de verano.

—Dicen que todo el mundo tiene que sacrificar algo por amor, Sasuke-chan.— Si algo ha aprendido el mayor es que nada bueno viene si Naruto susurra ese apodo tan cursi e idiota. (Excepto si es por la noche y hay largas charlas de por medio, o por el contrario, gemidos y caricias)

—¿Y qué tengo que sacrificar yo?

—Tu dignidad.

Sasuke, el rubio decide, es el primero en meterse dentro del flotador, con su pecho pegado al plástico y en una posición, que tal y como indicaba Naruto, era bastante vergonzosa.

—¿Por qué estoy haciendo esto, Usuratonkachi? Recuérdamelo, porque ahora mismo tengo bastantes ganas de matarte.— No es hasta que el menor emerge del agua, que puede escuchar la respuesta.

—Porque me quieres mucho, mucho, mucho y eres un gran novio.

—Eso no es suficiente, Dobe. No ah— Pero es Sakura quien los interrumpe, desde el otro lado, tumbada en una hamaca mientras tiene una revista -que seguramente será de Tenten-, mientras Gaara, Lee, Temari y Neji empiezan a armar alboroto dentro de la casa gritando "He ganado" "¡Hes hecho trampas" y otras miles de cosas a las que Sasuke solo puede rodar los ojos por su comportamiento de niños pequeños. Aunque si se mira a sí mismo... intentando encajar en un flotador para contentar a su novio...

—Por favor, no lo hagáis en la piscina.

Sasuke no puede responder, porque antes de que se de cuenta, Naruto está picando su pierna con la mano, debajo de agua, como señal de que haya va en el primer intento de cumplir su objetivo.

(...)

Ellos encajan de alguna manera después del cuarto intento. Y realmente, Sasuke debe admitir, no es incómodo para nada. Quizás porque está relajado, o porque Naruto está totalmente pegado a él, pero sea lo que sea, se siente bien.

Ahí están, con sus brazos presionados juntos, sus pantorrillas totalmente una contra otra, y Naruto descansando su cabeza sobre el hombro de Sasuke. Tranquilidad y armonía, solo interrumpida sutilmente por el chapoteo que Naruto está haciendo, porque es Naruto y no puede estarse quieto. Pero está bien, y Sasuke deja descansar su cabeza sobre la del menor.

Siempre han encajado y Sasuke tiene claro que siempre lo harán.

(...)

—Te vas a quemar, dobe.— Sasuke susurra, después, Sasuke calcula, de media hora más o menos.

Drabbles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora