Harry Potter y el nuevo Señor Oscuro

Capítulo 2

Harry Potter era un madrugador. Con el sol naciente, una corbata estaba pulcramente colocada en su cuello con dorado y escarlata, los colores de su casa.

La costumbre no le permitía dormir más tarde y era muy difícil para él dormir como un tronco. Era de sueño ligero. Harry culpaba a Ivy por esto.

Ivy era una elfa doméstica, trabajaba con los Potter desde que Dorea Black paso a ser parte de la familia, por lo que era culta y conocía los protocolos y enseñanzas de una familia sangre pura, tanto de la luz como una oscura.

Ella había sido la elfa que se había encargado de la educación de Harry, por lo que le tenia mucho apreció. Además, ella siempre estaba preocupada por su bienestar y el de Sirius. Aunque la mayoría del tiempo este último permanecía encerrado en el número 12 de Grimmauld Place sin ver la luz del sol. Harry no sabía que había sucedido el 31 de octubre en 1981, nadie encontró la necesidad de decirle y Sirius no estaba dispuesto a hablar respecto a esto. Llego al extremo de desligarse totalmente del mundo mágico desheredando su título como Lord Black y pasándolo a Harry.

A veces tenía la impresión de que había una furia ardiendo en su padrino que solo estaba esperando la mínima brisa que lo alzará y quemara todo a su alrededor.

A Harry esto lo mantenía inquietó, cada vez que veía esa oscura magia atrapada en esa esfera de luz siempre en la espalda de su padrino. Por ahora no debía pensar en ello o se mantendría perdido por horas.
Arregló un poco la túnica que había mandado a hacer Ivy especialmente para Hogwarts, lisa y con hechizos impuestos por la magia de una elfa muy sobreprotectora.

Tomando una pluma y unos cuantos pergaminos, al igual que el mapa del Merodeador, Harry los mantuvo en sus manos y dejó la habitación y a los restantes tres ocupantes dormidos.

Una vez dejada las escaleras nuevamente observó el lugar intentando de encontrarle el lado bueno. Con suerte los sillones le agradaban y tenían ese aire…acogedor.
Olvidó la sala común y salió desde el retrato.
—Quien eres? No es normal en los de primero salir tan temprano.—Reconoció la voz, era la Dama Gorda, la encargada de custodiar la entrada a su sala común.
Esperó en silencio y maldijo su descuido al no recordarla. Por ahora su idea de salir sin ser descubierto se había derrumbado.

—Mn? Oh! Ya veo...Tú debes ser el heredero Potter.— Harry se congeló y gimió internamente, el día comenzaba con el pie izquierdo.

—Eres una niña? Creí que los Potter habían tenido un niño.—Preguntó y sus cejas de alzaron sorprendida.
El rostro de Harry se distorsiono y observo molesto al retrato. Sin notar por el momento sus mejillas sonrojadas de vergüenza por ser confundido con una niña.
—Soy un niño!—Dijo tratando de ocultar su malestar y vergüenza entremezclados. Ahora, Harry se arrepintió de no escuchar a Ivy cuando esta le aconsejo cortarse un poco el pelo. Sabía que no era muy…masculino.
Ivy lo intento consolar diciendo que se parecía a su madre pero con los rasgos típicos Potter.
Eso no lo consoló en lo más mínimo.
—Estas seguro?—Preguntó una vez más, ahora con un una sonrisa divertida en su rostro.
—Mucho.—Contesto sintiendo el calor en sus mejillas, ella se estaba burlando de él y Harry se sintió demasiado avergonzado como para decir alguna palabra sarcástica.
—Esta bien, esta bien, solo bromeo Potter.
—Harry. Mi nombre es Harry…
—Pequeño Harry entonces. Ahora, dime, porque sales tan temprano? Te pareces a tu madre en ese sentido, ella solía salir muy temprano por la mañana y se escabullía a la biblioteca.
—Es eso así?—Sus mejillas aún estaban rojas, pero el levantó la mirada hacia los ojos del retrato de la Dama Gorda.
Ella lo examinó de pies a cabezas hasta detenerse en sus ojos. Los ojos de Lily, un electrizante color verde, acompañados por largas y abundantes pestañas. El era adorable, como lo había sido Lily; una persona que no merecía la muerte. Observó su rostro mas detenidamente, sus cejas eran de su padre al igual que su rebelde y oscuro cabello negro. Su nariz era más fina y sus labios no tan anchos, si no pequeños y de un color ligero al rojo. Su piel era bastante pálida comparada con ambo padres y su altura era más similar a la de Lily, al igual que su figura delgada.