☆Octubre 21.
Escuche a mi madre entre sueños hoy en la mañana, hablaba sobre invitadas importantes y que seria muy especial, como afuera llovia muy fuerte, la ignoré y me acurruque en mis cobijas denuevo sin darle mayor importancia.
Sonó mi alarma como de costumbre 6:30 de la mañana, y como de costumbre la retrase hasta que suene pasados 10 minutos más.
-No-, exclame saltando de las cobijas; eran las 7:35 de la mañana y mi alarma se había apagado.
-Talvez aplasté el botón equivocado y la apague en lugar de retrasarla-, pensaba mientras tome lo primero que ví en mi armario. Me vestí y salí despidiendome con apuro.
Llegaba tarde al trabajo y eso no lo podía dejar pasar. Olvide por completo el clima y salí de casa con zapatos de muñeca o balerinas, aunque la lluvia es una de las cosas que más amo en este mundo, ahora no era el clima más oportuno.
Subí en el urbano y no me quedaba mas que soportar la lentitud en que este se movia.
Llegué y ya llevaba 30 min tarde, no pude hacer nada por suerte mi jefa es muy comprensiva, después de todo vivo a diez minutos del pueblo, si lo se no es mucho, pero, vamos desde que se inventaron las escusas nadie es culpable.
Mi parte favorita de llegar al trabajo era poder ver a Jey.
Alto, de tez trigeña, ojos color café y cabello castaño, lo conocí en la secundaria y me agrada su presencia talvez me agrada más que la de cualquier otra persona.
Fue un día normal, al terminar mi horario regrese a casa, mi madre me esperaba en la sala, esto me pareció muy raro la verdad siempre la encontraba durmiendo o leyendo el jardín.
Estatura media y tez bronceada, su cabello caramelo corto estaba suelto sobre sus hombros como era común ya que solo le llegaba hasta ahí, sus ojos miel se notaban entuciasmados y sus labios con una gran sonrisa.
-Buenas tardes mami-, dije un poco extrañada.
-Hola hija, ¿como te fue hoy?
>Pues bien, ¿Y a ti?
- Bien limpie toda la casa, estoy agotada.
> ¿Y eso?
- Nada nuevo, simplemente que alguien tenía que hacerlo.
No le tome mayor asunto y me dirijí a mi habitación, como siempre, impecable, excepto por mi cama que no la tendí por el apuro de la mañana, la extendí y me acoste sobre ella con mi celular.
Pasaron un par de horas mientras dibujaba, es algo que me distrae, más que el celular, de repente mi hermana se asomo a la puerta, aún pequeña,apenas tiene 11 años al verla me.doy cuanta lo distintas que somos, ella tiene ojos negros como la noche y su cabello es castaño oscuro, tez morena o como ella se dice: canela pasión nuestros padres son diferentes asi que no es de sorprenderse.
*Ñaña, dice mi mami que te arregles porque tenemos visitas.
Me invadio la curiosidad y no pude contener la risa.
Entre leves risas internas me levante de mi cama y me vestí.
Recuerdo aver usado un vestido color crema que resaltaba mi tono de piel que era muy pálido, unos tacones que convinaban. Cepille mi cabello castaño que me da hasta poco menos de media espalda ya que no es de mi afán peinarme, me maquille a tonos tierra, esto realzaría mis ojos café claro. Siempre me a gustado saber de maquillaje aunque solo use lo que sé para ocaciones Especiales.
Baje al comedor y la mesa estaba puesta de manera elegante, cubiertos copas, y demás. La comida olia delicioso y pensé. -Si son invitados tan especiales como escuche en la mañana no es para menos todo esto o si, quien..... - Ding dong.
Madre corrió a abrir la puertas de par en par,hasta que ella salude entre al baño a revisar mi maquillaje.
Escuche a mi hermana saludar sin mucho ánimo lo cual ya es muy raro en ella y me llamaron a saludar.
Al salir, mi sorpesa y disgusto no fue para más, era Lynne, alta y de cabello rojo, con una sonrisa tan hipócrita que mi sexto sentido queria salir huyendo. Recuerdo que fue el saludo y la sonrisa mas falsa que he dado jamás en 20 años.La verdad no fue algo que me emocionara escuchar, mi madre actua diferente cuando ella llega a casa, y su actitud hipócrita es algo que no tolero. Talvez sea porque de niña nunca mostró interes en saber siquiera mi nombre o al volver de Europa se penso ella muy fina.
La cosa era que no soportaba verla en ésta casa, asi que me alejé tome mi celular la ignoré.
Suelo jugar Clash Royale en mis horas libres me divierte este juego de niños y no se porqué.
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Cuando las luces se apagan.
RomanceNada en ésta vida es perfecto, todos lo sabemos. Pero que sucede al estar solo en tu habitación, sin la presión de las miradas a tu alrededor, sin un ruido que obstruya tus mas absurdos pensamientos, donde solo eres tu. ¿No te mereces un abrazo por...