Hundido en su cansancio Danael trata de poder expulsar esa pesadez de su cuerpo, ha sido un día completamente desperdiciado para él, despertó muy de madrugada a eso de las 4 am, para asistir a una entrevista de trabajo en la cual fue rechazado, el lugar de reunión es un periódico local de la ciudad de Madrid. Luego de salir del lugar, un sujeto choca contra él tomando su cartera sin poder darse cuenta, así que se vio forzado a regresar a su casa a pie, una caminata de alrededor una hora y media, en plena ola de calor que a mitad de camino se transformó en un invierno que terminó de echar a perder su día.
Lo único bueno que recuerda, es una chica con la que se topó de ida a la entrevista y de vuelta, una chica que le atrajo mucho, de ojos grises, de cabello oscuro, de mirada atenta, con un cuerpo no muy esbelto y tampoco carente de pecho y trasero delicadamente pronunciados. El tipo de chica que le gusta a Danael, aunque para ser sincero, él nunca se había interesado a primera vista por una persona, bueno nunca se había interesado por nadie, no importa cuánto conozca a alguien, su actitud nunca cambiaba, una actitud desinteresada por todo. Sin embargo, esa chica marcó un punto de quiebre en su forma de pensar, y esas pecas en sus mejillas lo sedujo completamente.
Danael observa la lluvia caer, y mientras las gotas caen y chocan en la ventana de su apartamento, detenidamente se queda examinando su vida. Siente que algo le falta, que se encuentra incompleto, siente que carece que algo que le molesta y ya casi al punto de enloquecer se da cuenta que es lo que le falta: Una novia, una pareja.
Piensa en los bellos momentos de pareja, las citas, los besos, los momentos compartidos; luego de eso se pone detenidamente a pensar en los puntos negativos de tener pareja. Las peleas, las discusiones, los problemas, cosas que en verdad fastidian a Danael y sobre todo, tener que conquistarla, enamorarla y mantenerla enamorada para que no se valla. Para él esas cosas son muy complicadas y fastidiosas, por eso es que nunca se ha motivado en interactuar con alguien, sin embargo, siente que ya es tiempo de hacerlo.
Así que, levantándose de su asiento y con firmeza dice: _Conseguiré una novia.
Claro que es más fácil decirlo que hacerlo, nunca ha tratado de conquistar a alguien, nunca se ha interesado por nadie. Y al pensar detenidamente todos los pros y contras de buscar una pareja, cae nuevamente en su silla con una expresión de fastidio y confusión. Piensa sobre la chica ideal para él, tiene que ser una persona ni muy bonita pero tampoco poco atractiva, una mujer tranquila y que lo le gusten las peleas, cosa que es muy difícil para una mujer. Se siente perdido, hasta que piensa nuevamente en la chica de esta mañana, no la conoce en absoluto, no sabe cómo será su actitud, ni cómo serán sus modales, pero tiene la figura y el físico perfecto para él y ese es un comienzo, aunque se desmoraliza al darse cuenta que no sabe cómo contactarla, no sabe dónde vive o si acaso sigue en el país.
La lluvia cesa, solo queda una llovizna que no afecta la visibilidad hacia la calle y los demás edificios, una chica de mirada perdida se queda observando la vista que le ofrece la ventana buscando algo que le llame su atención, en el edificio que queda al frente pasando la calle, nota que como ella un chico con que se topó en dos oportunidades en la mañana, hace exactamente lo mismo, observa por la ventana buscando algo que llame su atención. Para ella le pareció un tipo muy desaliñado, misterioso e interesante, también atractivo, el chico en cuestión tiene unos ojos oscuros y gafas para mejorar su visión, lleva un corte promedio nada extravagante, un físico normal, ni obeso, ni muy flaco, pero tampoco un físico esbelto, es una persona no muy atractiva pero tampoco poco atractiva, alguien como el promedio. Sin embargo, serán las circunstancias o el momento tan curioso en que se toparon, que logró hacer que sienta cierta atracción y curiosidad hacia él.
Danael quien hasta entonces estaba perdido en sus pensamientos, no se da cuenta que la chica con la que se topó esta mañana lo observa al cruzar la calle, pronto cuando sale de su mente y observa al frente pasando la ventana, se topa con la mirada de ella. Él se queda quieto, impactado, cosa que le pasa por primera vez, así que no sabe cómo reaccionar. La chica se da cuenta que ambos se observan y una media sonrisa con una mirada traviesa se deslumbra en el momento. Danael siente su corazón acelerarse pero no se da cuenta de lo enrojecido de sus mejillas, y luego de 2 minutos de ambos observarse, él se da cuenta de lo que sucede y se echa a un lado para salir de la vista de la chica.
Ella al nota como ese chico desaparece de su vista, ella se sobresalta confundida, hasta que Danael asoma un poco su mirada ocultado su cuerpo y mostrado solo parte de su frente y ojos, algo muy gracioso para ella. Danael vuelve a ocultarse y otra vez se vuelva a asomar solo para ver a la chica riendo sin parar, vuelve a ocultarse de ella otra vez y de nuevo muestra solo parte de su cara. La chica solo ríe sin poder controlarse, ella no para reírse por lo sucedido hasta que ve que Danael se muestra por completo, la vuelve a observar pero esta vez sin ocultar el resto de su cuerpo.
Danael la ve y su mente empieza a trabajar, como es costumbre para Danael, empieza a caminar de lado a lado pensando la manera de como acercarse a ella. Ella nuevamente ríe pero de una manera discreta al observar al chico caminar de lado al lado.
Danael piensa y piensa la manera de poder acercarse y hablar con esa chica. El resto del día lo termina de desperdiciar de esa manera, caminando de lado al lado, imaginando mil escenarios donde se encuentra con ella y hablan. No se percata que ya ha anochecido, se asoma nuevamente por la ventana y se da cuenta que la chica ya se ha ido. Ahora se desespera al no haber tenido ninguna idea, hasta que observa la taza donde bebió café y se le ocurre la idea más absurda y tonta que ha tenido en la vida, pero la única idea que se le ocurrió.
En ropas casera y pantuflas sale del edificio, cruza la calle y entra en el edificio de al frente, se topa con la recepcionista que le pregunta sobre la chica, la describe y la recepcionista confundida le da la dirección, él se retira rápidamente y la mujer se queda observándolo riendo por ese momento bizarro y por las ropas con que va vestido.
Al llegar al apartamento de ella se queda en silencio por un momento, piensa en sus palabras y lo que debe hacer, no se percata de su vestuario y sin pensarlo demasiado toca la puerta. Pasa un momento y escucha una voz dentro que dice: _ ¡Ya voy!
Esa voz es muy melodiosa, hermosa, tranquila, una voz cautivadora para Danael. Espera un momento y luego, al escuchar la puerta abrirse su corazón se dispara, ve a esa chica hermosa en pijamas, despeinada y con una sonrisa en su rostro. Ella se sorprende al verlo, pero al notar su vestimenta comienza a reírse, cosa que confunde a Danael hasta que se observa bien, ve sus ropas y calzado, y una expresión de desdén hacia si mismo surge en su rostro. Ella trata de controlarse y Danael solo se queda observando por un rato hasta que ella deja de reírse y lo mira fijamente.
Ella cambia su gesto y muestra una expresión de total atención hacia él, Danael nuevamente se queda inerte, sin decir nada, sin hacer nada por un largo rato. Ella se fastidia de la espera y al observar la taza que sostiene, se da cuenta de lo que ocurre, sonríe de manera traviesa y coloca sus manos entre su cintura.
_ ¿Quieres café?_ le pregunta ella sonriendo a medio lado. Danael mueve su cabeza al lado derecho negando.
_Entonces ¿Quieres sal?_ pregunta nuevamente dejando escapar algunas risas que no puede controlar. Danael vuelve hacer el mismo gesto negando.
_ ¡Ah! ¡Azúcar! ¿Verdad?_ Danael baja su cabeza esta vez afirmando. Ella lo observa y ríe un poco, luego toma la tasa y corre de manera animada hacia su cocina, Danael logra contemplar los glúteos de la chica saltando mientras corre, Danael se sonroja. Luego la chica vuelve y le da la taza llena de café, él la toma y ella se despide dándole la mano y presentándose: _ Margaret_ le dice. Danael no pronuncia ni una sola palabra y luego sin avisar da media vuelva y se retira. Con su mano sosteniendo la taza de azúcar y mirando al frente sin voltear a ningún lado sale del edificio.
Entra en su apartamento, cierra la puerta y cae en el piso apoyando su espalda sobre la puerta. Él nunca había hecho algo tan complicado como hablar con una chica que le llame la atención, respira con dificultad y al calmarse se levanta y guarda la azúcar en un envase.
Danael durante cuatro días hace lo mismo, ir a pedirle azúcar a la chica, sin decir nada y retirándose rápidamente de vuelta a su apartamento.
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Todo por amor
RomanceEn estos días es común ver personas sin pocos ánimos de vivir, pero hay casos que sobrepasan lo excepcional y se convierten en una completa ridiculez. Tal es el caso de Danael, un chico de 19 años poco entusiasta en la vida. No odia nada, ni quiere...