epílogo

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Narradora:

Años después:

     Dos niños se encontraban corriendo por los jardines de la mansión.

—A que no me atrapas. —rio la niña corriendo de su hermano gemelo.

—El grandioso yo te atrapará. —el chico alcanzó a su hermana y cayeron al piso riendo.

—Idiota le diré a mamá que ensuciaste mi vestido. —hizo un puchero al ver su vestido blanco lleno de tierra.

—Quien te manda a jugar con vestidos. —la niña le dio un sape a su hermano — ¡Le diré a mamá que me pegaste!

—¡Yo le diré a papá que me tiraste al suelo!—se miraron desafiantes.

—¡¡PAPÁ!! —gritó la pequeña niña.

—¡MAMÁ! —ahora fue el niño el que gritó.

     Ayato y Ximena aparecieron al mismo tiempo.

—¿Qué sucede? —preguntó Ximena alzando una ceja.

—Alicia me pegó. —se quejó el niño.

—Alicia. —Ayato miró mal a la niña.

—Adán me empujó e hizo que se ensuciara mi vestido. — protesto la pequeña.

—Cuantas veces les tengo que decir que no peleen. —regañó Ximena y los dos niños agacharon sus cabezas.

—Lo sentimos. —dijeron al mismo unísono.

—Bueno no importa, Alicia cámbiate esa ropa y tú Adán ve con tú tío Shū a molestarlo. —los dos niños sonrieron.

—¡Sí mamá! —y se fueron corriendo hacia la mansión.

     La castaña sonrió y se tiró en el pasto mirando el cielo, el peli'rojo se tiró al lado de ella.

—Me recuerdan a nosotros. —habló Ayato.

—¿Por qué lo dices?.

—Porque de niños siempre peleábamos cuando jugábamos. — Ximena sonrió al recordar eso.

—Es cierto. —Ayato la abrazó —. Siempre has sido el mismo idiota de siempre.

    Ayato abrió la boca indignado y se sentó mirando a la chica

—¿Disculpa?, para tu información mi queridisima esposa; tú amas a este idiota. —la chica rio.

—Desgraciadamente —el chico se llevó una de sus manos a su corazón.

—Eso dolió, aquí. —la castaña rodeo sus ojos con gracias y se levanto para darle un beso en la mejilla al chico.

—Igual sabes que te amo, eres el mejor desastre que paso en mi vida.

—No sé como sentirme al escuchar eso. —rieron los dos —. Y tú eres el mejor ángel que me pudieron dar.— la chica sonrió sonrojada.

—¿No te cansaras de decirlo?.

—Claro que no, nunca dejare de decirte lo mucho que te amo y que siempre te amaré, eres mi todo.

—Idiota me harás llorar —el chico abrazo a su esposa.

—Espero que sea de felicidad.— esta sonrió.

—Prometiste nunca volver a hacerme llorar de tristeza.

—Y ¿Te he vuelto a fallar? —la chica negó.

—No.

—Y nunca lo volveré a hacer. —sonrieron

—¿Juntos?.

—Por toda la eternidad.— y se dieron un beso dulce y llenó de amor.

El amor no siempre es falso, a veces es tan real, pero somos tan ciegos para no verlo, pensamos que el comportamiento lo dice todo, pero no es así, solamente tenemos que ver más allá del comportamiento de una persona para ver si su amor es real o falso, lástima que muchos no lo podamos ver y desperdiciados un amor que fue real pero desgraciadamente pensamos que era falso, aunque el comportamiento muestra mucho, cada quien sabe lo que hay en su corazón, quien sabe, tal vez el chico o chica que crees que te odia en realidad te ama y ni en cuenta.

Sólo hay que recordar algo, si sigues mostrando sentimientos diferentes a lo que en realidad sientes puedes acabar con todo, puedes hacerle daño a todas y sobre todo puedes convertir a un amor real en un falso...

~Fin~

Amor falso || Ayato Sakamaki || Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora