Johnny el gato.

777 112 4
                                    


- Mamá, en mi próxima vida quiero ser un gato.-

- ¡ay! ¡Johnny!- exclamo exagerada mientras revolvía un poco de la sopa de calabaza, esperando que se disuelva por completo.- ¡como si yo pudiera influenciar en qué vas a ser en tu próxima vida!- negaba con la cabeza, buscando entre sus frascos un poco de cebolla seca, para reforzar los poderes mágicos de la familia en el mes más complicado para los magos. Viendo el frasco que contenía hojas de Dafne.- ¡oh!

- ¿qué paso?- preguntaba curioso Johnny mirando desde la mesa en donde estaba poniendo los cubiertos.

- ¿quieres que haga un encantamiento para que puedas convertirte en gato un ratito?- sonrió divertida y sus ojos marrones como el dulce de leche destellaban con emoción.

- ¡sí!- grito fascinado.

- shhh, no hagas ruido, si tu papá se entera nos va a regañar.- ella guiño un ojo llevando el dedo indice a sus labios, cerrando un pacto.

La madre de Johnny es una bruja, no por malvada sino porque provenía de una familia de magos, podía hacer hechizos y de vez en cuando utilizaba su varita pero tenia prohibido usarla desde que se caso con un humano. su padre, a él mucho que digamos no le gustaba la magia así que cuando Johnny cumplió los quince años y comenzó a desarrollar sus instintos de mago, prohibió las pocas cosas que podían hacer por completo, las razones eran obvias, ellos debían comportarse como personas normales en un mundo donde sus antepasados estaban casi extintos, por esa misma razón, octubre era el peor mes, porque ellos podían dejarse llevar por sus pensamientos más oscuros y terminar causando desastres, es por aquello que su madre prepara la sopa de calabaza, para mantener sus mentes limpias, fuera de deseos macabros.

Ella tomo un poco de sopa en un frasco y coloco hojas de Dafne, murmurando algunas palabras y haciendo una acción con sus dedos, cerro el frasco y lo agito, las hojas y el color naranja del liquido desaparecieron convirtiéndose en algo similar al agua, transparente y poco llamativa.

- ya esta, hice mucho.- dijo preocupada.- la mitad de una cucharada y te transformas, el efecto debería durar una hora.- ella tomo una pequeña taza y vertió media cucharada, cerrando el frasco y a punto de guardarlo entre sus cosas.

- ¡eh! ¡¿me vas a dar para una sola vez?!- protesto Johnny disgustado, frunciendo las cejas.

- ¡pero si el frasco es mucho! ¿qué quieres hacer con tanto?- pero su padre entro a la cocina mirándolos curioso.

- ¿sucede algo? ¿por qué se quedaron callados?

- a mamá se le cayo la sal en la sopa.- mintió Johnny. tomando el frasco de las manos de su madre y corriendo a su habitación.

- ¡¿por qué sopa de nuevo?! ¡huh! ¡si hubiese sabido que ibas a cocinar eso, cocinaba yo!- se escuchaba a su padre quejándose, probablemente estaría sacando ingredientes para preparar algo más.

Luego de cenar, mientras su padre lavaba las vajillas, su madre aprovecho a seguirlo hasta la habitación, cerrando la puerta y cruzando los brazos fingiendo estar molesta. Johnny se hizo el desentendido, leyendo un libro al cual no le estaba prestando la más mínima atención.

- no te metas en problemas, nunca lo uses delante de tu padre o cuando él pueda descubrirte. ¿entendido?- Johnny asintió dudoso. y ella saco de su bolsillo una campana.- cada vez que te transformas, esta campana va a estar contando los minutos que pasan, cuando llegue a sesenta, comenzara a sonar, significa que tienes que volver a casa.- Johnny iba a tomarla con sus manos pero ella la corrió lejos.- la campana la cuido yo, así sé cuando te transformas.

Halloween Things -JOHNDO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora