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El plan dio comienzo a la mañana siguiente. Después de repasr una y otra vez todos los percances posibles. No queríamos que el plan resultase ser un perdida de tiempo. Eso sería horrible.

El primer día no fui a la librería. Eso fue superado con facilidad., me autoconvencía que faltaba menos, y eso me hacía sentir un poco mejor. No del todo, pero ayudaba.

El segundo fue un dolor de cabeza, literal. Mi cabeza estallaba como si alguien hubiese puesto pirotecnia en ella. Tomé tres aspirinas y mi madre llamó eso como ''El sindrome de la abstinencia a Calum'' No era muy gracioso, aunque me causo gracia de todos modos.

Y el tercero fue pan comido. Esa tarde fui de compras. Busqué por medio centro comercial el atuendo más adecuado para efectuar la azaña. Sólo se trataba de ser superficial y querer serlo aún mas

Me aparecí al siguiente día en un vestido strapless negro, tacones del mismo color y labial nude.

Calum sólo dijo que mis tacones eran raros.

Raros. Quiniéntos dolares niñito asiático, quiniéntos dólares gastados en esas estúpidas plataformas y únicamente se digna  decir que son raros.

La segunda fase del plan, la intermitencia, sirvió un poco más. Calum me cuestionó porqué no iba tan seguido como antes, me sentí importante. Y lamentablemente, no me dedicó ni un solo cumplido. Como siempre. 

Eso no me desilucionó, él me tenía acostumbrada, y a pesar de todo yo quería seguir intentando.

-Bueno, tengo cosas más importantes que hacer –Le expliqué –Y muchos libros que leer

-¿Los has leído todos? –Preguntó con media sonrisa -Me refiero a que compras libros casi a diario ¿En serio los terminas tan rápido?

-Sí –Mentí

-¿Y qué te parecieron?

-He leído mejores

Hizo una mueca y siguió envolviendo. Por unos segundos me dio la espalda y después me dio el paquete en azul –Se nos acabó el gris –Se excusó y yo salí despavorida de ahí. Si seguía preguntandome de los libros de seguro se daría cuenta que siquiera he abierto las envolturas.

Los días eran cortos, largos. Igual de intermitentes que mi plan, pero por fin, después de mucha espera... era el día de la cita, era lo acordado, mis piernas se volvían a hacer de gelatina como la primera vez que hablamos. La tensión se cortaba con navajas por aquí.

JetStar se volvía a hacer tenebroso, escabroso... o quizá era solmente la situación.

-Calum… yo, ehem, quería preguntarte algo…-Comienzo. Pongo el par de libros entre nosotros. Por si las dudas.

-Soy todo oídos –Dice mirándome con curiosidad y empacando

-Bueno, yo qu…

-¡Thomas! –Gritó alguien desde la entrada interrumpiéndome.

Con que su segundo nombre es Thomas...

-¡Ashton! –Gritó de vuelta Calum con mirada de pocos amigos. Se veía lindo al enojarse, pero hey, yo le iba a pedir una cita.

El chico se acerca a nosotros, con una sonrisa fácil me saluda y vuelve toda su atención a Calum

-Te quiero invitar a salir –Vaya sorpresita. No soy la única y al parecer no sólo son mujeres... –Con Luke y Michael. Vamos.

-Claro –Responde encogiendose de hombros

Toso sonoramente. Me quedaba invisible ante éste par -¿Cuánto es?

-Oh sí –Dice apenado devolviendose a mi dirección–Son 60 dólares

-Gracias -Tomo el paquete y cubro mi cara con él.

-Espera ¿Qué me ibas a preguntar?

-Tienes un moco –Dije y me marché.

Todo arruinado, todo arruinado por el tal Ashton.

Ya en casa la situación era embarazosa, mamá me tachaba de tonta. No se lo podía negar porque en efecto, era una tonta. Una muy esstúpida.

-¿Tienes un moco? –Imitó mi madre fuera de sus casillas

-Me enojé -Me excusé cruzando los brazos sobre mi pecho

-Pudiste preguntarle en ese momento. Lamento decirte esto, pero arruinaste el trabajo de dos semanas, hija.

-Ya sé mamá –Respondí cabizbaja –Mañana se lo pregunto. Lo prometo.

-Eso espero

-Tengo esperanza en que lo lograré, no te preocupes -Dije

-Hija, mantén la esperanza hasta el final

-¿Qué rayos significa eso?

-Que… -Paso su dedo índice por mi pómulo –Que relativamente tenemos todo el tiempo del mundo.

No comprendí nada en ese momento, sigo decifrandolo.

Pero después de eso, todo terminaba siendo un acertijo si venía de los labios de mamá.

All I Need| Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora