01: Café

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PORTADA POR: LuzNiEe


El chico de cabellos negros metió las manos dentro del abrigo, tratando de calentarlas un poco, apenas comenzaba el invierno y pronto llegaría noche buena, gruñó al recordar que sería otro año en el que sus padres lo molestaran por no conseguir una relación seria, y no es porque no hubiera algunos chicos disponibles, pero él no estaba interesado en otra cosa que no fuera tocar su piano. Había invertido mucho dinero y esfuerzo en la universidad y ahora su esfuerzo estaba rindiendo frutos, él no necesitaba a una persona a su lado si tenía su preciado piano.

Camina en dirección a su pequeña cabaña, dónde podía disfrutar de la privacidad que en la casa de sus padres no tenía, ahí podía interpretar la música que tanto amaba sin tener que escuchar las reprimendas de su padre aconsejándole que se dedicara a algo que le dejase para vivir, no a un tonto sueño. Se detuvo cuándo alguien tocó su hombro, volteó a ver a la persona que osaba tocarle, y miró a un pequeño chico que le sonreía ampliamente haciéndole cerrar sus pequeños ojos.

-Disculpa, ¿podría decirme si esta dirección es correcta? -preguntó amablemente-.

Yoongi echó un vistazo a la hoja de papel que tenía escrita una dirección.

-Sí, es esta calle -asintió- ¿A qué número vas?

-Al 551.

-Estoy yendo justo para ese rumbo, puedo llevarte si deseas -movió los hombres restándole importancia.

-Sería genial, gracias -estiró su mano hacía el pelinegro- Park Jimin.

-Min Yoongi -apretó su mano en forma de saludo.

-Así que... ¿vives por aquí? -preguntó.

-Sí, vivo por aquí -respondió Yoongi.

Jimin sonrió y no dijo más, tal vez Yoongi no era una persona que le gustase hablar. Al menos eso dedujo por su forma de contestar.

Se sintió un incómodo silencio y deseó llegar pronto a su nueva casa. Tenía tiempo queriendo comprar una casa, hacerla su hogar y formar su propia familia.

Sonrió al ver la casa blanca con puerta y ventanas de madera, marcos rojos y su pequeño patio enfrente, no pudo evitar imaginar dos cachorritos jugando en su patio, creando muñecos de nieve, mientras él los observaba desde la ventana con una taza de café con leche.

-Es aquí -Jimin salió de sus pensamientos al escuchar la voz masculina a su lado.

-Muchas gracias Yoongi -sonrió agradecido.

Yoongi solo asintió con la cabeza y Jimin lo vio entrar por la puerta verde de la casa de al lado.

                           🐾

Yoongi se tiró en su viejo sillón y vio las motas de polvo volar, pensó que debía limpiar pronto. Se quitó su gorrito y despeinó su cabello, no podía evitar pensar que ese chico bonito podría ser su nuevo vecino. Cuándo su antigua vecina, Suji, se mudó fue el alfa más feliz de la manzana, esa omega no dejada de acosarlo, incluso la muy descarada se le paseaba cerca cuándo estaba en celo, ¿acaso no entendía que él no quería tener cachorros tan pronto? Gracias a Dios otro alfa le quito ese peso de encima, ya no tendría que soportar a esa omega tan molesta, aun que debía admitir que estaba muy bien, tenía bonito cuerpo, bonita cara, si, no estaba mal.

Caminó hacia la ventana pensando en el bonito chico que había conocido apenas unos minutos, era muy atractivo y debía admitir que más de una vez se fijó en ese trasero suyo, no lo podía evitar, lo hacía por inercia, pero es que ese culo era atractivo. De pronto se imaginó como sería montarlo y marcarlo mientras lo oía gemir. ¿Qué demonios? Sería mejor que dejase de pensar en eso y trabajar en su canción nueva.

Preparó un café y se sentó frente al piano, empezó a tocar una de sus melodías favoritas, y pensó que tal vez sería bueno tener a alguien que escuchara sus canciones, alguien que le dijera lo buenas que eran y las amara tanto como él amaba componer.

Sacudió su cabeza olvidando esa idea, no iba a permitir que los ideales de su padre lo tentaran. No, él quería ser libre y hacer para siempre lo que amaba, no necesitaba a nadie más, porque nadie había necesitado nunca de él. Suspiró y se dedicó a interpretar esa hermosa melodía.

      🐾

Jimin estaba emocionado, ese día llegaría la mudanza y por fin podría tener su hogar. Había invertido mucho en muebles nuevos y bonitos, quería que su casa fuera elegante y se viera bien. Pronto tendría invitados para noche buena y quería que sus amigos estuvieran orgullosos de él.

Cuándo la mudanza llegó y solo tenía que firmar el documento de recibido, vio a su vecino acercarse a él.

-¿Necesitas ayuda con eso? -señaló los muebles que estaban en la entrada de su hogar.

-¿Estás seguro? Pueden ser pesados.

-Sé que parezco debilucho, pero te sorprendería lo fuerte que soy -sonrió por su propia broma.

-Está bien, te lo agradezco.

-Así que, serás mi nuevo vecino ¿he? -sonrió al castaño.

-Sí, la verdad es que estaba un poco nervioso, es la primera vez que viviré solo y no sé si logre sobrevivir.

-Yo he sobrevivido por más de tres años, estoy seguro de que tú lo lograrás.

-Espero pronto no tener que ser solo uno -comentó.

-¿Estarás buscando un compañero de piso?

-Más bien un compañero de vida.

Yoongi lo miró atentamente y supo que Jimin era exactamente lo opuesto a él y  lo que siempre trató de evitar. Pero no pudo resistirse cuándo lo vio afuera de su casa charlando con las personas que traían una mudanza, lo había estado observando por mera casualidad, solo quería saber que era ese ruido en la calle, y lo vio; cabello castaño, suéter azul celeste, jeans que amoldaba perfectamente sus piernas y ese trasero. Su lobo interno insistía en salir, tenía que controlarse, tenía que alejarse. Pero le fue imposible porque justo después se dirigió a su vecino con la excusa de ayudarlo con su mudanza.

-Vaya, ¿así que estás en busca del amor?

Asintió afirmando.

-Ya he logrado mi mayor sueño, terminé la universidad y ahora trabajo, gano bien, disfruto lo que hago y no me consume en totalidad, tengo un buen horario, tengo un coche, incluso tengo un gato. Solo me falta tener una familia.

Nuevamente el lobo interno de Yoongi quiso salir y reclamar al bonito vecino.

-Y ¿ya hay candidato o candidata? -preguntó más que curioso.

-No aún, pero tal vez me guste alguien.

-Ya veo -Yoongi sintió un poco de celos, se reprendió a si mismo por sentirlos.

-¿Y tú? ¿estás solo?

-hum, así me gusta estar, aunque mis padres no piensen lo mismo -bufó- Ya sabes, dicen que un alfa debe tener su propia familia.

-Bueno, no sabría que se siente, porque para serte franco, yo siempre he querido mis propios cachorros. -sonrió imaginando esa posibilidad.

-Es muy lindo -dijo sin pensarlo- quiero decir, pareces ser una persona tierna -se ruborizó.

-Y tú pareces ser el chico ideal de cualquiera -Yoongi se sintió estúpido por ruborizarse por segunda vez con el mismo chico. Realmente idiota. -Te invito un café, ¿te gusta?

-Mucho -pensó en voz alta.

-¿Cómo lo tomas?

-Negro. -Jimin sonrió y se dirigió a su cocina.

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Hace poco leí una historia de este tipo y la verdad es que ¡me encantó!, así que quise arriesgarme y escribir una historia omegaverse.

Serán pocos capítulos, aún no se cuántos, no he terminado de escribir la historia, pero calculo 4.

Espero alguien lea esto :3

A. T.

 TERRITORIAL |YoonMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora