Seto no guardaba duda de que las únicas palabras con suficiente labilidad para penetrar en su oído y ablandar su carácter, eran, por supuesto, las de su hermano Mokuba. Por eso el castaño hizo un paréntesis en su dieta y accedió a la petición del menor tomando de la caja el oloroso trozo de pizza.
Al probarlo bajo la mirada expectante de Mokuba, resumió su experiencia con una línea simple.
—Quizás debemos ordenar pizza más a menudo. Quizás.
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Seto
De Todo[Contraparte de «Jōnouchi»] Pequeños Drabbles inconexos y del diario vivir, en respuesta al reto personal #Fictober2017.