Capítulo 38

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*En Argentina ya es martes 24 así que todos a desearle feliz cumpleaños a @YoliDiszn* Yo por mi parte espero que se te cumplan todos tus deseos y que seas muy feliz. Y obviamente ya le dije a Gabriel que vaya a tu casa, no le di la dirección pero ya sabes cómo es él, la encontrará en un segundo jajaja. Y para terminar (o empezar tu cumpleaños) te dedico este capítulo.

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Una semana pasó de la noticia de Ximena y de mi encuentro con Gabriel, también de aquella paranoia de ser perseguida por alguien que tal vez no era tanta paranoia. La cuestión es que después de todo eso tengo que seguir trabajando como si nada hubiera pasado, como si mi vida fuera color de rosa y estuviera feliz por mi casamiento con Manuel. Pero no es así, no soy buena fingiendo y se me nota mi malhumor con el pasar de los minutos. Mis compañeras ya ni siquiera me preguntan qué me pasa porque hace una semana que estoy así y hoy miércoles, tengo que almorzar con mi hermana y mi madre. Obviamente fue un pedido exclusivo de mi padre que no entiendo qué le pasa. Quiere volver a unir a la familia, lo que no entiende es que nunca estuvimos unidos así que es como trabajar sobre la nada misma.

—¿Vienes a almorzar con nosotras al bar Enrique? —pregunta Almudena cuando sólo falta una hora para nuestro descanso—. Hoy hay promoción de pizza y el lugar va a estar al tope —comenta tecleando en su computadora.

—Tengo que almorzar con mi madre y mi hermana —comento recostándome en la silla. Escucho que Cassy silva y cuando volteo, me mira con compasión.

—Te deseo suerte —comenta y guiña un ojo.

—La voy a necesitar porque quieren empezar con los preparativos de la boda —comento resoplando.

—¡Ay, eso es fantástico! —comenta Almudena como buena romántica empedernida que es.

—No si se trata de Rosana y Magdalena Rivas, ellas quieren lo mejor de lo mejor —comento volviendo a mirar la pantalla de mi computadora—. Y yo soy más de lo sencillo, así que vamos a tener una tercera guerra mundial esta tarde —comento pero después lo pienso unos segundo—. Aunque teniendo en cuenta que son dos contra una, ellas van a hacer lo que quieran... Incluso si la boda es mía —comento y ellas se ríen pero sus risas se silencian cuando las puertas del ascensor se abren. Cassy aclara la garganta y de repente se muestra antipática.

—Avísale a Gabriel que ya llegué —escucho la ácida voz de Keyla. Volteo y le está hablando a Bianca. Ni siquiera me mira.

—Sí —responde Bianca sin poner esa cara amable y dulce que hace cada vez que hay visitas. Al parecer ninguna la soporta y no entiendo por qué si es una persona tan dulce que empalaga, pienso con ironía.

Bianca marca el botón que comunica con la oficina de Gabriel y le avisa que ya llegó la señorita Daniels. Keyla entra a la oficina sin esperar que Bianca le diga que ya puede pasar.

—No la soporto —comenta Cassy entre dientes.

Seguimos trabajando hasta que se hace la hora del almuerzo pero durante toda esa hora no puedo evitar pensar en lo hipócrita que es Gabriel. Siento que cada vez que discutimos, él trae a Keyla para demostrarme que no soy tan indispensable pero tampoco creo que se tome la molestia de querer probarme algo. También aparece en mi cabeza la idea de Gabriel investigando a Keyla o si sólo lo hizo conmigo y para cuando llega la hora del almuerzo, estoy completamente irascible. Sé que apenas vea a mi madre o a mi hermana, voy a bufar con mucho malhumor.

Bajo con mis compañeras para no cruzarme con Gabriel y su pelirroja. Me encuentro con parte del clan Rivas en la entrada del edificio. Ambas van acompañadas de Sandoval, suspiro aliviada al saber que por lo menos el chofer de la familia va estar para evitar algún enfrentamiento pero me decepciono cuando nos deja en el estacionamiento del shopping y no se baja de la camioneta.

No te enamores de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora