Existen dos tipos de miedos: El que te paraliza y el que te impulsa a seguir adelante, pero no todos son capaces de enfrentarlos ¿Qué tipo de miedo tiene el club de los perdedores?
La azabache podía sentir un fuerte rubor sobre sus pómulos, Stanley la había invitado a salir, era una cita, no?. Ciertamente no era algo que esperaba pero tampoco la molestaba, quizás sería buena idea conocerlo un poco más.
— Claro Stan, me gustaría.
— Bien, pasaré por ti mañana.
— No hace falta, yo...
— Quiero hacerlo.
A lo lejos Bill veía con picardía aquella escena, era obvio el interés de Stanley por Samantha pero al ver el ceño fruncido de Richie, su mente sólo podía gritar una cosa.
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«Aquí habrá bardo»
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D
íasdespués
CASA MONTGOMERI
Samantha se encontraba esperando al judío, eran casi las 3 PM y estaba nerviosa, aquello era una «cita». Había demorado mucho en asimilarlo y escoger algo decente, quería lucir bien pero conservar su estilo. Sin embargo, sin importar lo que se pusiera el espejo gritaba "Afeminado" o quizás era su consciencia. Sin más le hechó una maldición al espejo y se dispuso a sentarse en la ventana de su cuarto a esperar que el judío llegará, estaba nerviosa por lo que decidió sacar un cigarrillo, aún le quedaba unos minutos así que podría acabarlo sin que Stanley la viera, pero antes de encenderlo...
¡Ring!
El reloj de su casa marcaba las 3, maldita sea! Su reloj personal estaba atrasado, al voltear pudo ver llegar a Stan quien la saludaba alzando su mano, ante esto Samantha casi cae de espaldas al suelo por esconder rápidamente el cigarro, tuvo que sujetarse de la cortina para no darse de lleno contra el suelo
¡Genial! Conquistalo con tu torpeza, pensó.
Una vez en mejor posición, lo saluda tratando de parecer normal, pero por dentro gritaba a los aliens que aterrizaran, eso sin duda pondría en segundo plano su acrobacia. Una vez que se recompuso, comenzó a bajar al primer piso para abrir la puerta, estaba con un fuerte rubor en los pómulos.
