Infiel (Omegaverse) [Yaoi]

Carta #30

Liu:
Ya no sé que hacer.

Creo que la única cosa que mantenía mi cordura a raya era el arreglo completo de la casa y ahora que está terminada tengo mucho tiempo libre, no sé que hacer con el.

Podría ponerme a trabajar pero mi cabeza piensa en ti en vez de fijarse en los repetitivos números de la pantalla.

Casi todas nuestras fotos fueron enmarcadas y colocadas en los pasillos, en la escalera y en cualquier pared que pudiera soportar un clavo junto con un cuadro, lo que significa que tus fotos están por todas partes.

¿Y sabes que estoy haciendo ahora? Agarré uno de tus libros al azar y me puse a leerlo, es más entretenido de lo que pensé.

Sin embargo, el libro que tomé no sería lo más recomendado para mí.

El libro se llama "Vuelve" y trata sobre la ruptura de un Alfa y una Omega, sobre como ellos sobrellevan la separación y los sentimientos que experimentan.

El Alfa parece feliz al principio, libre de responsabilidades y sin una persona hablando a su oído a cada segundo. Pero a medida que la historia avanza él comienza a sentirse decaído y extraña la presencia de su Omega.

La Omega, en cambio, tiene un proceso diferente al Alfa. Ella parece morir en el instante en que se separa del hombre, pero con el pasar del tiempo empieza a ver las buenas cosas de volver a estar soltera y sin un acompañante.

El Alfa le pidió volver y... no pude terminar de leerlo.

Vuelvo a tener miedo, creo que nunca dejé de tenerlo.

Miedo de que no vuelvas.

Miedo de que no estés respirando si quiera.

Miedo de no ver tu ojos otra vez.

Vuelve... por favor, vuelve.

Vincent agarró el vaso de Whisky y le dio un largo trago. Por el efecto del alcohol ya se sentía un tanto mareado y la letra torcida de la carta recién escrita lo demostraba.

Se levantó con un paso lento del asiento puesto delante de su escritorio y, con sus pies con una extraña coordinación, caminó hasta su habitación.

Su corazón se apretó un poco más cuando no encontró a su Omega durmiendo sobre la cama o bailando con la música que solía poner en la radio.

Se agachó al lado de la cama y sacó la caja que guardaba cada uno de sus escritos, cada una de sus emociones y cada uno de los gritos que quería dar.

Dejó la carta recién escrita dentro de esta y contó cada uno de los papeles teniendo 30 en total.

Suspiró pensando en que momento escribiría la siguiente... sin saber que ésta tal vez sería la última.

[Corregido]