Capítulo 3: Entremezclados

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Todos se encontraban emocionados por el Baile de Bienvenida, las muchachas se regalaban cumplidos sinceros sobre sus diversos vestidos mientras que los muchachos se observaban con admiración al nuevamente verse con vestimentas formales encima. Una vez más, Evie se había destacado al diseñar la mayoría de los vestidos y lograr que más de la mitad de los presentes estuvieran conformes con aquello que los hacía sobresalir de los demás. La pequeña Dizzy no dejaba de sonreír tras avistar a algunas de las muchachas llevando accesorios que ella misma había creado. Junto con la hija de la Reina Malvada habían conseguido que cada una brillara a su manera particular y que los muchachos presentes reposaran sus ojos en ellas. La recién llegada a Auradon vislumbraba su alrededor con emoción, pensando que el Baile era lo mejor que había ocurrido en su vida además de la anterior invitación por parte de Evie y Ben para que dejara la Isla de los Perdidos. Y aunque el salón resaltaba por su elegante decoración, lo extravagante de aquella noche eran las diferentes máscaras que todos los presentes llevaban en sus rostros. Algunos portaban simples antifaces mientras que algunos otros habían optado por lucirse con aquellos accesorios que contorneaban sus ojos. Tanto Evie como Mal de todas maneras eran reconocibles por sus coloridas cabelleras, mientras que los demás fácilmente podían confundirse por alguien más.

Mae no solamente era una de las tantas en llamar la atención por provenir de la Isla de los Perdidos, sino también por estar vestida con un corto vestido lila y zapatos negros que acaparaba la mirada de los demás, aunque la máscara del mismo color de su vestimenta,  de detalles violetas y borde plateado que resaltaba el verde de sus ojos, era aquello en llevarse el premio mayor de la curiosidad. Había pintado sus labios de un leve rosado y sus rulos negros caían atractivamente por encima de sus hombros. Se encontraba sin compañía, reposando su espalda en una de las tantas columnas en el salón; observando cómo a su alrededor todos se conocían y saludaban entre sí.

-¿Por qué estás aquí? –escuchó repentinamente.

Freddie apareció a su lado, portando una máscara violeta oscuro que hacía juego con su vestido del mismo color. Además se había colocado un cinturón rojo y zapatos negros. Su hermana mayor no se sorprendió al verla, ya que había estado esperando que se aproximara a ella para preguntarle el por qué ella no había sido la única de las dos en aparecer en Auradon.

-Te sorprendería saber que no has sido la única Facilier en recibir una invitación –dijo Mae.

-Dudo que hayas recibido una invitación, querida hermana.

-¿Por qué? ¿Tan segura estás de lo diferente que somos? –dejó de aparentar enfocarse en aquellas personas a su alrededor y fijó sus ojos en su hermana, de quien podía distinguirse no solamente por ser más alta, sino también por su actitud determinada y cabellera ondulada. Entrecerró su mirada para hacerle dar cuenta que no gozaba de su compañía y la menor de ambas rodó los ojos antes de alejarse de ella.

En el mismo momento que Freddie se alejó, Grace fue aquella en acercarse a Mae. Ella lograba acaparar la atención de los demás por la tonalidad blanquecina de su cabello que en aquel momento contrastaba a la perfección con la máscara hecha de encaje bordó que semejaba ser una pieza más del top de encaje bordó y escote en V que estaba unido a una pollera larga de pierna abierta que le permitía caminar despreocupada si bien llevaba zapatos negros cómodos. Sus labios pintados de bordó resaltaban aún más tanto el color de su cabello como la blancura de su tez.

-¿Problemas entre hermanas? –expresó tras avistar a Freddie moviéndose entre la multitud.

-Solo diré que espero que Katya y Tegan tengan verdaderos planes en mente. Será mi hermana, pero no toleraré encontrarme en el mismo lugar que ella por mucho tiempo –respondió disgustada.

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