Capítulo 1

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Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, todos los personajes son propiedad de la franquicia de DC, yo solo los pido prestados para traerles esta historia

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No importaba cuanto tiempo estuviera en las escuelas y colegios, el primer día siempre lograba ponerme nervioso. No solo era la gente nueva, eran las materias, y en mi caso, la presión que sentía al tener una beca. Siempre he sido lo que la mayoría llama, deportista de alto rendimiento, lo que quiere decir, que juego mejor que el promedio, realmente no esperaba que los deportes me lleven a ningún lugar, pero una oferta en el último año de colegio y ¡pam!, ahora juego para el equipo de básquet en la universidad de Gótica. ¡Quién hubiera pensado que iba a llegar tan lejos!, ni yo mismo. O si, y como si fuera poco, mi mama no tenía demasiado dinero y lo que había ahorrado en mi colegiatura, lo estaba pagando en mi hermana gemela Michelle.

Como sea, esa era la razón por la que estaba en ese momento en la cancha, mirando al resto del equipo es porque estábamos por entrenar, pero a veces me gustaba mirarlos, todos a la final eran grandes deportistas y solían dejar escapar de ellos un aura de respeto.

Entre ellos constábamos mi persona, ¡claro esta! , yo hago de centro, es decir, siempre estoy cerca del aro para meter las canastas a demás juego como defensa, soy el más alto del equipo(no por mucho pero igual) , Hal Jordan, un tipo castaño que suele jugar normalmente como alero, es quien salta más alto en todo el equipo, y quien anota los puntos de mayor valor y desde más longitud fuera del arco; Barry Allen, que cualquiera creería que con su habilidad sería corredor, pero estaba en el equipo él es el capitán y juega de armador, suele ser quien mayor tiempo pasa con el balón en el juego y nos va muy bien por ello; Guy Garner, un tipo con mucha fuerza y muy grosero su posición es no muy lejana a la mía ,él es el poste alto sus pases y sus anotaciones son siempre precisas ; y Oliver Queen quien juega como escolta, es quien si bien no es bueno con todos los tiros a diferencia de la mayoría, puede casi con todos, es lo que muchos llamarían maestro de todo sabedor de nada.

Sea como sea, no es mi trabajo juzgar, así que me dedique a escuchar lo que tenía que decirnos Clark Kent, que era nuestro entrenador, muy amable por cierto aunque a la vez muy exigente es quien nos mantenía en forma. Y nos hacía hacer en este precioso momento, pases de un lado al otro de la cancha como ejercicio de entrenamiento, antes de ponernos a jugar un 5 contra 5 con el resto de las personas del equipo(los que normalmente suelen esperar en las bancas), calentamos un poco más y luego de unos minutos, estábamos ya en posición o corriendo de un lado a otro por el balón.

Nada fuera de lo normal, supondría, al menos no en mí día a día. Lo único que quizás resaltaba de todo esto, era un grupo de muchachos, que se encontraban reunidos en los graderíos donde solían sentarse los espectadores. No los culpaba por venir a vernos, a la final, somos uno de los mejores equipos que ha tenido la universidad en los últimos años.

Pasó por lo menos una hora, antes de que nuestro entrenador nos dejara descansar, pero claro, como estábamos tan metidos en el deporte, vale recalcar, que vivíamos por eso y para ello, aprovechamos para lanzarnos el balón uno a uno, a quien estuviera desprevenido.

Fue en una de esas en las que Barry, quien estaba conversando con Oliver sobre algo referente a la libertad de movimientos en la cancha que Hal Jordan lo llamó para lanzarle el balón, pero al ver que no lo escuchaba, por alguna razón, creyó que sería buena idea lanzar el balón por encima de la cabeza de quien el solía llamar su mejor amigo.

Bueno, recuerdan que les dije que el suele hacer los tiros más largos, pues esta vez no fue la excepción, paso por encima de la cabeza de Barry, pero demasiado alto para que el si quiera se diera cuenta, pero si lo suficiente alto, como para ir directamente, sobre la cabeza de uno de los muchachos que había estado sobre las gradas, directamente en la nuca, fue lo suficientemente duró como para desequilibrarlo, hacer que este se dé la vuelta para mirarnos a todos con cierto desprecio.

Cuando me enamoré de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora