Capitulo 4

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La hora ya había terminado, todos se marchan en parejas. Y por la pocos estudiante que aún se encontraban cerca, estaba bien para el zorro, quien había al terminar su dibujo, se lo entregó al maestro quien de mala gana lo calificó  y luego salió del salón, este  había conectado sus audífono al iPod, para poder transportarse lejos, con la ayuda de la música. Así no escuchaba los comentarios, las miradas extrañas, y sobre todo, lo más importante para eliot, es que de esta forma ignoraba a todos por completo.

Tardó poco en llegar a su casillero,  guardo un par de libros, un cuaderno y sus pinceles. Luego tomó un poco de dinero que tenía escondido en una pequeña cajita de metal que escondia detras de los libros. Eliot tenía un poco de hambre, así que compraría algo en la tienda de enfrente del campus y como rutina que tenía,  leer un par de capítulos en el patio del instituto.

Fueron nada mas unos momentos que se tomó para decir  refresco comprar y unas papas fritas. Unos 5 minutos aproximadamente. Y al tener todo llevo los dos artículos al mostrador, quien fue atendido por una loba, que a juzgar por los todos blanquecinos que tenía su pelaje, seguramente tendría entre los 40 y 50.

— ¿Otra vez leyendo ese libro?. — Habló la mujer de manera tranquila. 

— Aun no lo termino. — Contestó apenado. — Es un poco aterrador, pero no es por eso que lo termino. 

— No se por que no ves la película y ya. — Decía mientras ponía los artículos en una bolsa.

— La he visto. Pero el libro contiene muchas cosas que no se ven en la película. 

— Bueno. Disfruta la tarde leyendo un poco. Luego me dices que tiene de nuevo.

— Claro que si. — Sonreía. 

 Así Eliot salió de aquella tienda, y se dirigió a su lugar de lectura, Bajo un árbol frondoso, teniendo enfrente la fuente que servía como un reloj. Ya que esta se encendía a las 5 de la tarde. Así hora en la cual era perfecta para llegar a su casa, el libro que tenía en sus brazos, tenia como titulo : La niebla. Libro de género de terror que adoraba tanto el joven. Pero cuando estaba por leerlo , alguien se lo había quitado, de las manos lo que provocó un poco de molestia a Eliot.

—¡Oye que te sucede!. —Exclamó con enojo mientras se levantaba.

Pero al momento de prestar atención y ver bien quien fue el causante de su enfadó, el pequeño zorro cambio rápido su expresión de molestia a una de panico. Ya que este era el mariscal del equipo de la escuela, y el ser que lo ha molestado durante todo este tiempo.

—Que malos modales tienes, para ser alguien tan pequeño. — Riendo. — Sabes para ser alguien que lee cosas de terror. Muy valiente no eres.

Y con  una sonrisa en el rostro, miraba  de pies a cabeza al zorro el cual era pequeño,  y ahora con nervios al máximo que  poco más y parece maraca por la manera en la que temblaba. El pastor aleman solo le dedico una sonrisa y luego revolvió el cabello del zorro mientras inspeccionaba el libro.

—Solo devuélvelo... 

 Hablo eliot temeroso. su voz baja demostraba miedo,  ya que lo único que no quería hacer era enfadar al otro, por qué la comparación de tamaño. El chico que estaba enfrente no solo era alto, también era musculoso gracias los entrenos en las prácticas.

 El chico que estaba enfrente no solo era alto, también era musculoso gracias los entrenos en las prácticas

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—No. — Contestó. Y sin remordimiento alguno, con sus manos arrancó las páginas finales del libro. — Parece que ya no sabrás cómo termina.

Tomando las páginas las arrugó hasta hacer una bola y las arrojó a la  fuente y el resto del libro terminó en  la basura, mientras los pocos que estaban viendo la escena resguardaban silencio, mirando como el zorro se había alejado del pastor alemán y dirigiéndose al cesto para tomar su libro. Las miradas cayeron sobre él,  y con la mirada abajo se alejaba del sitio hasta llegar al segundo patio del instituto. Eliot se dirigió hacia un pequeño patio donde se colocaba debajo de un manzano, su libro estaba completamente sucio, tenía manchas de mostaza, alguna que otra salsa y manchas de colores entre rojos y verdes, seguro de alguna bebida de la escuela, así que sacrificando la manga de su sudadera favorita trato de limpiarlo, pero no podía, y el mal olor que el libro comenzaba a desprender era un poco fuerte. Pero fue al momento de abrirlo y ver que solo quedaban 7 páginas para terminarlo, dijo caer el libro en el suelo.

De una en una las mejillas del zorro se cubrían de lágrimas, sus mejillas se tornaron de un carmesí intenso, sus ojos comenzaba a cristalizarse cada vez más , su respiración cada vez se hacía mucho más pesada y difícil de controlar y las pocas lagrimas que tocaba los labios del zorro, este notaba el sabor salado que tenían.  Y como un impulso Eliot llevó su mano a la boca y callar aquel llanto.

Pero a lo lejos se encontraba alguien parado, observando cómo Eliot lloraba.

 [EDITANDO] Admirador Secreto©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora