8

15 5 1
                                    

Emylse me miraba de una manera extraña por así decirlo, me había quitado la camiseta.

-Tienes un tatuaje?- preguntó y la mire sonriendo.

-Si – dije - Es la fecha en que conocí a alguien especial- dije agachándome para hacer las lagartijas que Ryan ya había comenzado a hacer.

Realmente era la fecha en la que conocí a alguien especial y que hoy ya no estaba conmigo. Antes de que empezará a salir con Emylse yo tenía una mamá y una hermana.
Esa pequeña era la niña de mis ojos.
Se llamaba Elizabeth y la perdí de la peor manera…

“Había peleado con papá, mamá y Elizabeth habían salido para no escuchar los gritos. Yo me encerré en mi cuarto no quería saber nada de nadie.
-Jhonny!- gritaba mi papá, de una manera desesperada.
-¿Que quieres?- grité aún más fuerte.
-Jhonny abre tu maldita puerta ahora mismo!- no la iba a abrir si no fuera por que mi padre estaba sollozando.
-¿Qué pasó?- dije abriendo totalmente la puerta.
-Vamos al hospital- lo mire confundido y el lo notó- tuvieron un accidente- y lo comprendí. Mamá y Elizabeth tuvieron un accidente.
Desesperadamente salimos de casa, el hospital quedaba a unos cuarenta y cinco minutos de casa.
Cuando llegamos fue tarde, muy tarde. Las dos habían muerto en el accidente.
Todo fue muy duro para los dos, para mi y para papá. Pero logramos superarlo juntos…”

Como hace tres meses atrás me hice el tatuaje con la fecha de nacimiento de Elizabeth. Esa niña era muy molesta y la que ocupaba mi corazón.

-Bueno, ya arriba chicos – La voz de Emylse me quitó de mis pensamientos. – Ahora los haré sufrir un poco – sonrió.

~•~


-¿Cómo ha estado Lupe? – Pregunte a Emylse que se encontraba guardando algunas cosas en su bolso.

-Está mejor, ahora si me disculpas, debo irme- salió de “El Bar” corriendo hacia la dirección contraria.

-Espera vas a la dirección contrari…- ya había doblado la esquina.
Me dirigí a mi auto, pasaría primero por casa para darme una ducha y luego iría a trabajar, tal vez papá me estaría esperando.
Llegar a casa fue algo increíble, me moría de hambre, y encontrar aquellas galletas con un vaso de yogurt y aquélla ducha me relajaron.
La empresa pasaba por un buen momento, “Constructora Jones” , nos encargábamos de brindar todo lo necesario para una construcción. Pero no cualquier construcción, nos contactaban personas con grandes fortunas y grandes ideas.
Estaba a cargo de la vicepresidencia, me encargaba de contactar con los clientes, ver los materiales si son de calidad o no, y mi padre se encargaba del dinero.
Katy era mi secretaria “personal” fue más que personal por un tiempo, pero solo por un tiempo, y es eso lo que ella no ha entendido aún. Pero no podía despedirla era muy buena, haciendo su trabajo, claro.

-Señor Jones…- la interrumpi.

-Tu mas que nadie, Katy sabes que odio que me digan así- ella rueda los ojos.

-Jhonny, Marco está en su oficina- solo asentí y me dirigí hacia ahí. Al entrar se encontraba en mi lugar mirando por los grandes ventanales.

-Si aún no te he echado de mi sillón favorito es por que eres mi mejor amigo- dije cerrando la puerta de la oficina. El soltó una carcajada.

-Me quiero acostumbrar- dijo levantándose.

-Pronto amigo, ahora dime ¿Qué haces aquí?- me mira con incredulidad, se pone una mano en la boca y finge llorar, ruedo los ojos.

-¿Es que ahora ya no puedo visitar a mi mejor amigo y ser recibido por su linda y sexy secretaria?- fingió secarse unas lagrimas. Los dos soltamos unas carcajadas, Marco se levantó del sillón y se sentó en unos de los sofás.

-Pero en serio ¿Qué haces aquí?- dije sentándome en mi sillón y poniendo atención a la computadora.

-¿Quería saber que tal tus “Clases de Boxeo” – dijo moviendo sus cejas arriba y abajo.

-Bueno bien, pero me odia amigo- suspiro.

-Dime quien no te odiaría- ríe y yo lo miro mal, y solo vuelve a estar serio.- en realidad si yo fuera Emylse te habría cortado las pelotas ese mismo instante- y ahora soy yo el que suelta una carcajada.

Las Reglas De Mi Juego(Pausada Hasta Nuevo Aviso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora