Capítulo 3.

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Entré en casa y saludé a mi madre.

- Hi mum - me gustaba decirle eso cuando llegaba a casa. Allí se había perdido la costumbre de hablar inglés, así que no estaba mal de vez en cuando recordar tus orígenes.

- Hola hija, ¿qué tal el día? - me dio un beso.

- Bien, la verdad - me sonrió - Subo a la habitación.

- Vale.

Llegué a la habitación, dejé todas las cosas encima de la cama y puse la radio, como siempre. Sonaba "Fight for this love" de Cheryl Cole. Me encanta esa canción. Le di más volumen y me puse a cantarla. 

"Anything that's worth having, sure enough worth fighting for. Quit is out of the question when it gets tough gotta fight some more. We gotta fight fight fight fight fight for this love" 

De repente se abre la puerta de mi habitación y aparece Alayna, mi hermana.

- Oye - dice gritando - baja eso un poco, que estoy estudiando.

Aly, como yo la llamaba, tenía 21 años, 3 más que yo, y estaba en su último año de carrera. Tenía que estar prácticamente todo el día estudiando, ya que tenía que aprobarlas todas en enero para luego poder empezar las prácticas.

- Vaaaaaaale, pero cuando acabe esta canción, que ya sabes que me encanta.

Me hizo un gesto de aprobación con la cabeza. Cuando terminó la canción bajé la música y escuché a mi madre decir que en 5 minutos bajásemos a comer.

- ¡Vale! - grité.

Encendí el ordenador y me puse a twitter. Estaba relajado, no mucha gente lo tenía, pero cada vez había más cuentas dedicadas a unos chicos, ni idea de quién eran. Tampoco le daba mucha importancia.

De repente suena en la radio una canción que me resultaba conocida, pero no supe cuál era hasta que escuché "what makes you beautiful". Me puse corriendo al lado de la radio, no sé muy bien para qué, pero lo hice. La canción estaba al acabar.

"Éstos chicos pegan fuerte, eh! Ahí estaban..."

- Mía, te dije hace 5 minutos que bajases a comer - dijo mi madre mientras entraba alterada en mi habitación.

- Gracias ma, otra vez me he quedado sin saber cómo se llama este grupo.

- ¿Y a mi qué? Baja ya a comer. 

Parecía que el destino no quería que yo supiese cómo se llamaban los chicos esos. En realidad tenía interés porque a mi me gustaban las boybands. Hacía poco había salido una en España llamada Auryn, y bueno, me hacía ilusión que de nuevo una boyband inglesa tuviera éxito.

Bajé al comedor y ya estaban todos esperándome, incluso mi padre había llegado ya de trabajar.

- Hi daddy - le dije mientras me acercaba a darle un beso.

- ¿Por qué has tardado tanto en bajar? Hace rato que te llamó tu madre.

- Ya, bueno...

No dije más y me senté a comer. Cuando terminamos nos quedamos todos a ver un rato la tele, Sé lo que hicisteis. Nos echábamos las risas con ese programa, y estábamos un rato en familia. Al acabar subí a la habitación e hice una llamada a tres, con María y Sara.

- ¿Por qué no fuistéis hoy a clase, perras? - las dije.

- ¿Hace falta que te recordemos que nosotras NO tenemos derecho? - dijo Sara.

- Ay, coño, ¡es verdad! No me acordaba.

-Y bueno, ¿qué? ¿Por fin te sentaste con alguien o volviste a hacerlo sola? - dijo con cierto rintintin María.

- Pues me senté acompañada, y muy bien además.

- Ah, ¿si? ¿y con quién? ¿con Manolo?

Manolo era el friki de clase. Tendría unos 30 años, estaba un poco gordo, con coletilla y le encantaban los cómics y esas cosas. Me recordaba al de la tienda de los cómics de los Simpsons.

- Si, si, tu vacila, que cuando le veas se te van a caer las bragas, guapa.

- Sorpréndenos - dijeron las dos a la vez.

- Os paso la foto que tiene de perfil en WA.

Esa foto era del verano, supongo, ya que salía en bañador en la playa. Tenía un cuerpazo, pero lo que más resaltaba era su preciosa sonrisa.

- ¿¡PERO Y ESTE HOMBRE!?

- ¿¡HOLA!? ¿DE DÓNDE HA SALIDO?

Empezaron a fangirlear y a dar voces como locas. No las entendía nada de lo que decían. Yo me empecé a reír.

- Chicaaaas... ¡CHICAS! - acabé gritando - relajaos un poco, que es mío.

- Vale, ahora en serio, ¿de dónde salío este bombón? - preguntó María.

- Pues ya le conocía de esta mañana. Cuando salí a coger el bus, este pasó justo por delante de mis narices, y cuando creía que lo había perdido, este chico le dijo al conductor que parase.

- Aww, ¡qué amor! - soltaron las dos a la vez.

- Sí, y resulta que justo hoy se cambió de carrera para la nuestra. Y pues.... me acompañó a casa. 

- Ay, mamasita, qué rápido vas tu con el muchacho éste - dijo en tono burlón Sara.

- ¡Por fin Mía sale del caparazón y habla con hombres! ¡Aleluya! - gritó María.

- Gracias chicas, yo también os quiero.... Bueno, os dejo, que tengo que hacer una maldita práctica de derecho. Mañana nos vemos putillas.

- Chao.

- Adiós zorrupeda.

Nos encantaba llamarnos así. Yo pienso que una amiga no lo es de verdad hasta que hay suficiente confianza como para llamarla puta o zorra y que no se enfade ni se lo tome a mal.

Colgué y me puse con la práctica. A los 5 minutos me llegó un WA.

"Oye, que llevo un rato con lo de derecho y no sé hacerlo. ¿Te vienes a mi casa y me ayudas? ;)" 

Living again.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora